- La acción vuelve a dispararse en bolsa tras un posible preacuerdo con la banca para asegurar la ampliación de capital.
- Pero los avances hacia un acuerdo dependen de las decisiones sobre la venta de activos (por unos 500 millones).
- En principio, están Crédit Agricole, HSBC y Santander y podrían sumarse Bank of America y Citigroup.
- La incertidumbre, a pesar de los movimientos especulativos, seguirá a corto plazo.
Abengoa vuelve a subir una barbaridad en bolsa (más de un 15%), por segundo día consecutivo, después de que la
agencia Reuters haya informado de un preacuerdo con
Crédit Agricole,
HSBC y el
Santander para que aseguren la
ampliación de capital de 650 millones de la que depende la viabilidad de la compañía.
El acuerdo, al que se pueden sumarse también
Bank of America y
Citigroup, no se ha oficializado todavía -la compañía calla- y su avance está pendiente de algunas decisiones sobre la venta de activos (por unos 500 millones), que mejoren la posición de capital de la empresa. Esas ventas se podrían acelerar antes de 2016 y podrían afecta a su filial americana
Abengoa Yield, que cotiza en el índice tecnológico americano Nasdaq.
La noticia, si se confirma, es buena para la compañía, qué duda cabe, y apoyaría su viabilidad, despejando su principal vulnerabilidad: la abultada
deuda (unos 300 millones) y eso que no es una de las grandes ni por tamaño ni por facturación.
Pero conviene no perder de vista lo esencial: que la ampliación de capital es muy potente, 650 millones -y
podría ser mayor, incluso-, o lo que es lo mismo, en torno al 65% de la capitación bursátil actual de Abengoa, que no llega a los 1.000 millones. Tras las fuertes subidas de ayer y hoy martes se acerca: está ya en unos 998 millones.
En otras palabras, como ya hemos señalado estos días,
la incertidumbre no se despeja, a falta de los detalles, ni lo hará a corto plazo. Otra cosa son los movimientos en bolsa, que obedecen más al
compra con el rumor y vende con la noticia. La posibilidad de que
saltara el preacuerdo conocido hoy, ya fue aprovechado, ayer, por los
especuladores. Y es que las acciones de Abengoa han perdido más de la mitad en el año.
La compañía sólo resolverá esas dudas con un acuerdo, que no llegará de inmediato sino en semanas. En ese sentido, no hay nada nuevo, sólo indicios.
Reuters ha informado también de que el fondo
BlackRock garantizará 50 millones de euros de la emisión y que también participará en la operación
First Reserve.
El drama de Abengoa, en cualquier caso, viene de lejos y se remonta a la etapa socialista, marcada por las generosas subvenciones, al margen de la eficiencia, a la energía verde. Esas primas, con gran potencial de futuro -estaban aseguradas, lo cual siempre atrae a los inversores-, daban un enorme potencial a Abengoa, cierto, el mismo que se truncó después con la reforma energética de Soria para terciar con el problema del déficit tarifario.
Vamos, que la deuda había crecido demasiado y no así la rentabilidad de las inversiones (
como la de la imagen, en Sevilla). La propia compañía
ha reconocido que sus plantas termosolares sólo son rentables si gozan de ayudas públicas. Abengoa, además, no evitó quebraderos de cabeza posteriores con inversiones en el exterior, política que sí siguieron las otras dos grandes damnificadas, Acciona y ACS.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com