• Sólo queda que los bonistas suelten entre 1.400 y 1.800 millones de liquidez.
  • Y otros 800 millones en avales… bancarios.
  • Al final, la idea es que el capital de la Nueva Abengoa se reparta así: bonistas (55%), banca (40%) y antiguos accionistas (5%).
  • Con ello se puede llegar a un acuerdo (se necesita la aprobación del 75% de los acreedores) antes del 28 de marzo.
  • Eso evitaría el concurso de acreedores.
  • En resumen, se ha demostrado que el problema era Felipe Benjumea. Desde su salida todo ha entrado en vías de solución.
  • Además, cuando se han librado de su jefe de siempre, los acreedores han elevado a Fernández de Piérola a la Vicepresidencia ejecutiva. Confían en él.
  • Eso sí, ¿quién se hará cargo de la gestión futura de Abengoa? Eso no se sabe.
Conste que Felipe Benjumea aún sueña con representar al 5% del capital, ampliable al 10%, con el que se quedarán los antiguos accionistas. A él le corresponde poco más del 1% pero continúa sintiéndose imprescindible. Lo cierto es que la salida de Benjumea ha provocado lo que parecía imposible: que todos se pongan de acuerdo. La última noticia es ésta: el acuerdo de los bancos acreedores sobe su propia participación. Al final, capitalizarán 4.000 millones de euros (esa es la quita, que conste), el 70% de la deuda corporativa, lo que terminará en un reparto accionarial que quedará así: bonistas (55%), banca (40%) y antiguos accionistas (5%). Se considera que el 30% de la deuda es 'sostenible'. En palta, que se puede pagar con cargo al ebitda futuro. ¡Ah! y la banca proporcionará 800 millones de euros en avales. Quedan por cerrar los últimos flecos del acuerdo entre bancos, bonistas y la propia empresa -ahora sí invitada a la boda- que hace referencia a la aportación de liquidez que harán los bonistas: entre 1.400 y 1.800 millones de euros. Liquidez necesaria para mantenerse. Ojo, porque los bonistas se quedan con el 55% porque estamos hablando de cash. Con reconversión en deuda senior y con todos los honores, pero es una pasta necesaria. Con ello se conseguirá que no se llegue al concurso de acreedores. Es decir, un acuerdo -se precisa el 75% de apoyo de los acreedores- antes del 28 de marzo. Ojo, porque el hecho relevante enviado a la CNMV este martes, con Fernández de Piérola elevado a vicepresidente ejecutivo, demuestra que los bancos tienen confianza en este antiguo subordinado de Benjumea y que incluso será el primer gestor de la nueva Abengoa. ¿Quién formará el equipo definitivo? No se sabe pero por el momento se confía en él. Eulogio López eulgoio@hispandiad.com