- El secretario general puede convertir al PSOE en el PASOC griego: un partido marginal.
- Núñez Feijóo se perfila como el sucesor de Rajoy al frente del PP. Ya diseña su campaña hacia a La Moncloa.
- A Albert Rivera se le acaba el tiempo.
- Y la izquierda continúa peloteando votos: entre los separatistas de Bildu y BNG y el comunismo leninista de Podemos.
- En resumen, la derecha gana votos pero pocos, mientras la izquierda se radicaliza hacia Podemos y hacia los separatistas.
- ¿Cambia esto la investidura de un Gobierno en España? No parece.
Pedro Sánchez (
en la imagen) ha sido el primer secretario general del PSOE elegido en elecciones primarias. Creo que a muchos socialistas han dejado de gustarles las primarias: menudo desastre. El 25-S, tanto en Galicia como en Euskadi, ha resultado un
derrumbe para el PSOE. Y el señor Sánchez, ese hombre, va a conseguir que el PSOE reviva el proceso del PASOC griego, antaño nuclear en la política griega y hoy en la marginalidad.
Es un genio este hombre: allí donde pone el ojo pone el chasco. En España, en Galicia, en Euskadi, en todos los sitios,
Sánchez ha llevado al PSOE a los peores resultados de su historia en democracia: márchese señor Sánchez.
Otro aporte:
Alberto Núñez Feijóo se perfila como el sucesor de Mariano Rajoy al frente del PP, a lo peor como candidato a La Moncloa. Soraya Sáenz de Santamaría no estará contenta pero ideológicamente Feijóo es más de lo mismo:
derecha pagana y progresismo de derechas: para llorar. Pero la candidatura queda ahí.
Es más, lo de Feijóo anunciando un hijo a los 55 con una mujer de 51 años, divorciada y con una hija de un matrimonio anterior, todo ello en plena campaña, parece un diseño de campaña hacia La Moncloa.
Más conclusiones del 25 de septiembre, elecciones autonómicas en Galicia y Vascongadas.
A Albert Rivera se le acaba el tiempo. Cada día se parece más a Rosa Díez.
Otrosí. La derecha gana votos pero pocos, y la izquierda continúa peloteando votos: entre los separatistas de Bildu y BNG y el comunismo leninista de Podemos. Ahora bien,
la izquierda no pierde votos, pierde pocos: sólo que la izquierda moderada, el PSOE, cede votos a Podemos e independentistas. En otras palabras,
la izquierda se radicaliza.
¿Cambia esto la investidura de un Gobierno en España? La verdad, no parece.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com