- El candidato del PP se rinde a la necesidad de un acuerdo de gobierno con Ciudadanos, más que apoyos puntuales.
- Pero Ciudadanos rechaza un pacto de legislatura con Rajoy porque sería un fraude para sus electores.
- Otra cosa es un acuerdo con el PP, liderado por Sáenz de Santamaría, y con el mismo modelo que Andalucía o Madrid.
- Rivera tampoco quiere a Sánchez, pero el PSOE no descarta un acuerdo a tres (con Podemos): no le queda otra.
Mariano Rajoy confía en ganar las elecciones, como pronostican las encuestas, pero tiene cada vez más claro que necesitará apoyos para gobernar con una cierta estabilidad. Es el mensaje que lanza en el último tramo de campaña para el
20-D.
Eso y tender la mano al líder de Ciudadanos,
Albert Rivera, es lo mismo, pero nada augura, de momento, que pueda concretarse en algo más que una declaración de intenciones. ¿Por qué? Por el rechazo a esa posibilidad que esgrime el propio Rivera y porque de llegar a un acuerdo no sería con Rajoy, sino con
Soraya Sáenz de Santamaría.
Tanto uno como otro, Rajoy como Rivera, son conscientes de que serán, con desigual representación (bastante mayor en el caso del PP), los que decidirán el próximo gobierno. Y paralelamente, los dos, también con desigual juego de intereses, dan por derrotado al
PSOE. Todas las encuestas apuntan en ese sentido,
hasta las que están en manos de Podemos.
Los dos partidos creen, además, que los socialistas tendrán que
amortizar rápido a su cabeza de lista,
Pedro Sánchez. Es, sobre todo, el
sueño de Rajoy, después del rifi-rafe en el debate cara a cara, y explica también la
histeria en Ferraz para buscar, a la desesperada, un pacto con Ciudadanos y
Podemos.
Pero dejando al margen a PSOE y Podemos, enzarzados en quién se hace con la
hegemonía de la izquierda -es el sonsonete de Sánchez: una izquierda, dos derechas-, los discursos en PP y Ciudadanos, también este miércoles, se repiten.
Rajoy ha vuelto insistir, ante los micrófonos de la
Cadena Ser, en lo mismo que dijo ayer martes en Santander: con un gobierno en minoría sería posible gobernar, pero "muy difícil" garantizar la estabilidad. Y que por eso mismo, necesitará apoyos, pero no puntuales, sino de gobernabilidad y para toda la legislatura.
"Me gustaría que el nuevo gobierno tuviera una estabilidad como la que ha habido en esta legislatura", llegó a decir Rajoy, aunque añadió a reglón seguido -gallego siempre- que "eso puede producirse o no". En otras palabras,
Rajoy está lanzando un
órgado a Rivera en toda regla para un acuerdo de gobierno.
El
espejo de ese acuerdo sería el mismo que ha permitido gobernar a
Susana Díaz (PSOE) en Andalucía o a
Cristina Cifuentes (PP) en la Comunidad de Madrid.
Pero esa aspiración choca, naturalmente, con el rechazo del líder de Ciudadanos. Rivera ha vuelto a descartar esa posibilidad esta misma mañana en Santander: de acuerdo de gobierno con Rajoy, nada. Es más, sería un fraude a mucha gente "seguir defendiendo un modelo de España PP-PSOE o PSOE-PP".
Rivera sostiene esa negativa porque su gran enemigo no es el PP, sino el propio Rajoy, que representa, como Sánchez, "una forma de gobernar que nunca va a contar con su apoyo. Esta mañana los ha vuelto a meter en el mismo saco: "El debate que vimos el otro día en la tele significa el fin de una etapa gris". En eso coincide con
Pablo Iglesias.
Pero en la mente de Rivera,
Rajoy es una cosa y otra muy distinta, Soraya Sáenz de Santamaría. Rivera, para que entiendan, quiere ver escenificada su propia victoria en la forma de la caída de Rajoy, que es lo que legitimaría su discurso de
regeneración democrática, limpieza y nueva era política.
Y a partir de ahí podría llegar a un pacto para sostener a PP en el Gobierno (aunque no lo puede decir). Y ese acuerdo, en efecto, sería como en
Andalucía o
Madrid, con condiciones muy estrictas pero sin entrar en el gobierno. Para llegar a alcanzar el poder con todas sus propiedades, Rivera necesita más tiempo, consolidar la estructura de su partido en toda España y esperar -por esperar que no quede- que el PP acabe volatilizado, como le ocurrió a
UCD.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com