Han detenido a una red de traficantes de seres humanos que introducían paquistaníes en España, procedentes de Milán, a 500 euros por cabeza.

Hay que felicitar a la policía por haber parado a esos indeseables pero conviene recordar que la práctica de introducir islámicos, particularmente paquistaníes (el país del planeta que más terroristas ha desarrollado). En un año, los mafiosos detenidos habían introducido 2.000 paquistaníes -no está mal-.

Ahora bien, el asunto no es muy original. Es el reflejo ilegal de una promoción legal de inmigrantes paquistaníes… con más o menos papeles.

Porque fue Jordi Pujol quien, recién terminada la transición a la democracia, y cuando ya existía presión migratoria, se negó a aceptar hispanos en Cataluña. Los hispanos hablan español y su objetivo consiste en conseguir la nacionalidad española. Mejor paquistaníes, un país que exporta terroristas pero eso no importa: no corren el peligro de hispanizarse.

Como sois, mafiosos: el copyright no es vuestro, es de Jordi.