• Lo que hace un robot es porque antes lo ha pensado un hombre. Entonces, ¿por qué no tener más hijos y menos robots?
  • El concepto de creatividad atraviesa una verdadera crisis. Probablemente nació en crisis.
  • Ni el arte ni la máquina pueden sustituir la necesidad del hombre de dar un sentido a su vida.
  • La obra de Jeff Koons constituye el último retazo de metano que quedaba en el intestino de la vaca muerta que es el postmodernismo.
El postmodernismo es un fraude de tal calibre que sólo tiene hijos bastardos. De entrada tiene dos: el maquinismo y el esteticismo. Este último queda reflejado en la obra de Koons, aquel broker que decidió tomarle el pelo a la gente sin sofisticaciones. Es decir, no en los mercados financieros sino en su propia cara. Es el creativo autor del Puppy (en la imagen), ese perrito floral que te recibe a la entrada del Museo Guggenheim y que todo español de bien tiene por costumbre orinar cuando acude a Bilbao. "La obra de Jeff Koons constituye el último retazo de metano que quedaba en el intestino de la vaca muerta que es el postmodernismo". Estoy de acuerdo con la cruel definición de Robert Hughes, exagerado como buen australiano y cruel como buen crítico de arte. No olvidemos que fue bróker (Koons, no Hughes), lo que le llevó a contratar a una agencia de publicidad para vender sus creatividades. Es decir, amaba el arte, percataba más el dinero que producía su arte de metano. Y ese es el problema, que el concepto de creatividad ha entrado en crisis profunda. Quizás ha vivido en crisis desde su mismo nacimiento. Con el maquinismo y la virtualidad internetera pasa algo similar. Los hay que se refugian en el arte y los hay que se refugian en la Nube o en robótica. Ahora bien, lo que hace un robot es porque antes lo ha pensado un hombre. Entonces, ¿por qué no tener más hijos y menos robots? Resulta mucho más creativo. Si algo en el hombre se parece a la creación de Dios es la procreación humana. Procreación de cuerpos y de almas. Pero un hombre, incluidos los postmodernos, necesitan, antes que nada, una razón para vivir, no una copia -porque el hombre no crea, copia- cuyo original se desconoce porque hemos eliminado al Creador. Créanme: el posmodernismo es un fraude gigantesco. Eulogio López eulogio@hispanidad.com