España y Portugal representan el 70% del negocio pero Santander Consumer Finance extendida por buena parte de Europa, con especial presencia en Alemania.

Y los resultados son buenos, como pueden comprobar en el informe de auditoría: el beneficio crece en línea con los ingresos, más de un 11%.  

Pero, sobre todo, la financiera del Santander es la unidad más querida por Ana Patricia Botín. Lógico: las financieras proporcionan menos quebraderos de cabeza que los bancos, porque no constituyen el sistema de pagos de un país o, mejor, porque no tienen que lidiar con millones de depositantes, donde no está el negocio del banco pero sí su ocupación... especialmente en plena era de la transformación digital, difícil de conseguir con los menores de 50 años y casi imposible con quienes superan esa edad y no tienen por qué tener menos dinero ahorrado. En cualquier caso, con la subida de tipos los bancos dispondrán de más margen y el negocio de activo se relanzará. Eso no es bueno para las filiales financieras pero Santander Consumer Finance tiene su hueco ya pergeñado.

Además, a Ana Botín le gusta SCF por otra razón: la expansión internacional se está volviendo cada vez más difícil, demasiadas regulaciones. Por tanto, Botín ha utilizado a Consumer para crecer en aquellos países donde no quiere instalarse con una red de sucursales que dispare los gastos.