Recuerden el viejo chiste del hombre que cae desde un piso 59. Cuando va por el 40, un hombre asomado a la ventana le pregunta:

-¿Cómo va?

A lo que la víctima responde:

-Por ahora bien.

Ese chiste se lo debían contar cada mañana a la vicepresidenta económica del Gobierno Sánchez, Nadia Calviño. La economía española por ahora va bien -ni mucho menos, pero las mentiras de Nadia todavía funcionan-. La mecha está encendida pero aún no ha estallado la crisis. Eso sí, el impacto puede ser terrible.

En cualquier caso, esta no es la cuestión. La crítica primera a Calviño consiste en que en cuatro años como rectora economía española no es que lo haya hecho bien o mal: es que no ha hecho nada, nada más que hablar.

Las pensiones no se pueden pagar con deuda pública. ¿Cómo puede elevar el Gobierno un 8,5% las pensiones? Sólo hay una forma: endeudando a nuestros hijos. Pero eso es una locura

Veamos: lo más importante de los Presupuestos Generales del Estado (PGE de 2023) es que se dispara el gasto social. Pero esto, de lo que se enorgullece la ministra María Jesús Montero, no es justicia social, sino todo lo contrario, porque lo que Pedro Sánchez gasta, alguien tiene ganarlo y pagarlo... y ese alguien somos usted y yo.

Dicho de otra forma: Sánchez no está gravando a los ricos sino a las clases medias... sobre todo a las clases medias que crean empleo, al emprendedor, al cuentapropista, al autónomo.

Más. Las pensiones contributivas no se pueden pagar con deuda pública. Y eso es precisamente lo que estamos haciendo. ¿Cómo puede elevar el Gobierno un 8,5% las pensiones? Endeudando a nuestros hijos... y a nosotros mismos.

No es buenismo, es idiocia. Claro que todos deseamos pagar buenas pensiones a nuestros mayores. Pero no a costa de destrozar la economía con impuestos y de dedicar el dinero que no tenemos a un pozo sin fondo sin oponer otras medidas como, por ejemplo, el retraso en la edad de jubilación.

¿De qué me sirve tener derecho a una jubilación si no tengo con qué pagarlo? ¿Consideraríamos sensato a un matrimonio que pagara la comida de su familia con un crédito bancario?

Durante cuatro años como rectora de la economía española, Nadia Calviño no lo ha hecho ni bien ni mal: es que no ha hecho nada más que hablar... y mentir

No todo es culpa de Sánchez. Insisto: durante cuatro años como rectora de la economía española, Nadia Calviño no lo ha hecho ni bien ni mal: es que no ha hecho nada más que hablar. Es el desastre Calviño que, encima es un desastre presumido.

En cualquier caso, estos PGE-2023 son un derroche. Se dicen solidarios con los pobres pero estamos siendo insolidarios con la próxima generación. Y encima tienes que aguantar que son presupuestos de justicia social. Sociales no sé, pero justos en modo alguno.

Los ejemplos son muchos: se nos dice que se prorrogan las ayudas al transporte urbano. Me parece estupendo pero como resulta que con ese precio reducido del billete no se cubre el coste del servicio, y a los conductores de autobús o a los maquinistas de RENFE hay que seguir pagándoles el sueldo cada mes, al final habrá que echar mano de los impuestos para cubrir las pérdidas ocasionadas por la rebaja del precio del billete.

Es una ley económica ineludible: lo que no pagas con el sombrero de usuario lo pagas con el sombrero de contribuyente. ¿Y esto es justicia social?