Juan Luis García Alejo, director General de Andbank Wealth Management, fue el primer entrevistado de esta sección que se estrenó en Hispanidad el 3 de octubre de 2020. Le recupero para charlar con él de los asuntos que marcan la actualidad económica y también de los mercados, compleja y complicada, sin lugar a dudas.

García Alejo lleva en AndBank desde 2015 y con 27 años de trayectoria profesional, asegura que la entrega por hacerlo bien en el trabajo supera con creces las dificultades que suponen unos mercados broncos y una pléyade de malas noticias económicas y sociales.

Se termina 2022 y le pregunto que cómo lo ha llevado él, profesionalmente hablando. “Pues…con pasión e interés…”, me responde para añadir que, en adelante, espera que las subidas de tipos se atemperen, aunque, “dependerá de la inflación sin duda”; que la renta variable se estabilice…”, lo que supone un punto de partida prometedor para 2023 y años siguientes”.

-Se termina 2022. ¿Cómo lo ha llevado Juan Luis García Alejo profesionalmente?

Con pasión e interés. 2022 nos ha traído un cambio de marco, una vuelta a patrones más reconocibles para las finanzas, al menos en lo que respecta a los tipos de interés. El final de un tiempo de políticas monetarias ultralaxas. Eso sí, en el tránsito las carteras ha tenido que vivir con el impacto negativo de la inflación y la guerra de Ucrania.

-A mes y medio de que acabe el año, ¿cómo cree que cerraremos 2022 económicamente hablando?

Espero deterioro cíclico a nivel global. En los países desarrollados el momento de llegada de esta desaceleración se está retrasando un tanto por la fortaleza del punto de partida de los diferentes agente. Un elemento que en particular está ayudando a los hogares es el ahorro (macroeconómico) acumulado durante la pandemia. Para las empresas, la mayor fortaleza de los balances y cuentas de resultados. Y para la economía en su conjunto las fortísimas políticas fiscales expansivas llevadas a cabo por los gobiernos.

-¿Y respecto a los mercados?

Los mercados anticipan escenarios y el descrito aparece recogido en los precios de los activos en buena medida (¡caídas generalizadas en 2022!).

Lo más relevante, lo que siempre nos acaba por sorprender, es lo que desconocemos. Los 'unkonwn unknowns'

En adelante esperamos que las subidas de tipos se atemperen, dependerá de la inflación sin duda; esperamos que la renta variable se estabilice, si bien los múltiplos deben ser diferentes a los del período 2017-2021. 2022 ha sido malo; pero es un punto de partida prometedor para 2023 y años siguientes. Esperamos que la volatilidad no traduzca en pérdidas adicionales desde los mínimos ya vistos.

-¿Se podía vislumbrar, de alguna manera, lo que ha ocurrido en este año que se acaba? ¿Había algún indicador, algún síntoma… que pudiera anticiparlo?

Sin duda hay que cerrar el capítulo de la inflación para poder eliminar la que es hoy la gran incertidumbre. Una inflación que apunta algunos signos de poder estar llegando a una meseta e incluso descender. Aunque nada más sea por el efecto base. El daño está hecho y permanecerá, ya que las rentas no han subido lo mismo que los precios; pero, en definitiva, será el control de la inflación el que nos dé una buena pista de que el ánimo del mercado puede girar.

-¿De verdad, de verdad, que una política monetaria más restrictiva va a acabar con la inflación?

Es una instrumento clave. No es el único. Pero, los bancos centrales tienen por objetivo el control de los precios desde su independencia. Las herramientas de que disponen son mucho más amplias que hace una o dos décadas y pienso que veremos cómo sus acciones consiguen hacer que las expectativas y el propio comportamiento de la inflación giren. En todo caso, que nadie se engañe: no atajar la inflación sería un erro gravísimo. El daño que puede causar una inflación persistente a medio plazo es infinitamente más doloroso que el impacto que va a causar en el corto plazo unas condiciones financieras más restrictivas.

-¿El BCE, la FED... están jugando con fuego?

Expresado así tiene una connotación negativa que parece convertirlos en temerarios. Los bancos centrales, mientras les dejen ser independientes, son la mejor garantía de que la política momnetaria se ejecuta como se debe. Nadie está exento de los errores de ejecución de política; pero, pienso que los cuerpos técnicos detrás de cada decisión están muy bien dotados en términos de talento y recursos. Y, sobre todo, en estas últimas décadas han ganado en capacidad de reacción y análisis.

El exceso de ahorro generado durante la pandemia está ocultando el daño de la subida de precios

-¿Ocurrirá lo mismo que en la crisis de 2008?

Definitivamente, no. Cada crisis tiene su idiosincrasia. En aquel caso el origen y la radiografía dista mucho de lo que estamos viendo.

-¿Deben los bancos echar una mano a los hipotecados?

Es una decisión que debe tomar cada entidad. En todo caso plantea el típico problema moral de difícil resolución. El mercado debería de funcionar de forma autónoma, no dirigida. Pero, las administraciones podrían prestar ayuda a quien se encuentren en apuros. Llegar al extremo de que un ciudadano perciba que puede pedir la hipoteca que quiera porque “alguien” le rescatará nos llevaría a una situación aberrante.

-¿Por qué en España está bajando la inflación?

Primero un matiz para que todos entiendan lo que significan las menores tasas interanuales: los precios están subiendo más despacio; pero siguen subiendo mucho. Es decir, no estamos en una fase de descontrol.

Dicho esto, el actual comportamiento de los precios es una mezcla de múltiples factores: comportamiento de los mercados internacionales de la energía, mejora en el funcionamiento de las cadenas de aprovisionamiento global, medidas de las autoridades, el propio efecto base…

-¿Entraremos en recesión? Y si es así, ¿en qué se va a traducir para el ciudadano?

Viene un tiempo de deterioro cíclico, sin duda. La entrada en recesión depende de factores no controlables (por ejemplo, el desarrollo de los acontecimientos en Ucrania y su impacto en el mercado del gas). En cualquier caso, será un período en el que el impacto de la subida de los precios va a seguir afectado de forma significativa a las decisiones de los agentes.

Estamos seleccionando India, como gran emergente y con la vista puesta en el más largo plazo

-Le he leído en Twitter decir: Pacto de rentas vs. populismo fiscal…

El populismo fiscal es el resultado de la posibilidad que los bajos tipos de interés han prestado a los gobiernos para elevar su gasto. Sin el apoyo de los bancos centrales (el BdE tiene el 33% de nuestra deuda), los gobiernos no habrían podido resultar tan generosos. Eso sí, no todo el gasto ha sido inadecuado. Una buena parte ha sido estrictamente necesario.

Juan Luis

 

Pero, la política fiscal debe ser responsable en el tiempo. Sin caemos en las trampas de Liz Truss: bajo impuestos y cada vez gasto más, tendremos la receta para un desastre con los niveles de endeudamiento que tenemos. A futuro debemos mantener una senda de austeridad y equilibrio en las cuentas públicas. A partir de aquí, cada estado es responsable del diseño del tamaño y alcance del estado. Personalmente, creo que se ha superado el límite de lo que debe ser un estado que no distorsione las condiciones del mercado. Y, por supuesto, un pacto de rentas, hubiera sido necesario. Es necesario. Ojalá los intereses particulares de los diferentes grupos (mi sueldo, mi beneficio, mi pensión,…) queden por debajo de la necesidad de la estabilidad macro.

-Por cierto, ¿va a pagar una cuota Elon o se va a dar de baja?

Es pronto para tomar la decisión. De momento esperaré.

-Fondos Next Generation. Parece que la gestión, por parte del Ejecutivo, deja mucho que desear. A su juicio, ¿qué es lo que está fallando?

Los problemas de ejecución presupuestaria son algo que es casi tradición en las cuentas públicas independientemente del color. Pero, es aquí donde la talla de un gobierno y de las administraciones tiene que rallar la excelencia. La UE está poniendo delante de las administraciones 140.000 millones de euros.

Cada crisis tiene su idiosincrasia. En el caso de 2008, el origen y la radiografía dista mucho de lo que estamos viendo

Necesitamos herramientas más eficientes para la asignación: no lo digo yo, lo dice quien nos presta los fondos. Con el riesgo de que además, regule el flujo de acceso a los mismos si no ponemos de nuestra parte. En todo caso, la ejecución de los planes es compleja, sí; pero, su gestión parece mejorable.

-¿Y qué me dice de los Presupuestos? ¿Va a ser un problema que 2023 sea un año electoral para hacer lo correcto, lo necesario en materia económica?

El presupuesto es la principal herramienta de política fiscal de un gobierno. Están muy estudiados los sesgos que los años electorales  introducen en los mismos. En todo caso, presupuestar es elegir y de estos presupuestos, lo mejorable, además de lo señalado por la AIReF, es que son presupuestos pensando en el ciclo electoral y en los intereses de grupos específicos y parecen dejar de lado los objetivos de largo plazo.

-¿Hasta qué punto le preocupa la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos?

De momento, es una situación que, macroeconómicamente, el ahorro está salvando. El exceso de ahorro generado durante la pandemia está ocultando el daño de la subida de precios. Este exceso se agota y en adelante veremos una restricción en el gato de familiar con seguridad. Resulta esencial poner encima de la mesa las medidas necesarias para atajar un comportamiento de la inflación indeseable.

-Me decían en esta serie de entrevistas: “Un mal año para los inversores este 2022. No hay puerto seguro”.

Ha habido ganadores, ha habido activos donde refugiarse: la liquidez, el dólar, ciertos segmentos de la renta variable, ciertas categorías minoritarias en renta fija… Los principios de diversificación, probablemente, han hecho inviable el poder haber diseñado ex ante una cartera con estos ingredientes de forma exclusiva. Pero, sí que ha habido formas de mitigiar el impacto de un mal año para las inversiones.

Viene un tiempo de deterioro cíclico, sin duda, pero la entrada en recesión depende de factores no controlables

-La renta fija… ¿es un activo alternativo?

La renta fija, en el contexto actual, pasa a ser un activo elegible con garantías de ofrecer retornos ajustados un nivel de riesgo normalizado. Hay segmentos de la renta fija que para ciertos inversores ofrecen expectativas favorables. Nosotros en concreto hemos estado muy activos en estos dos meses recomendando la inversión en bonos de calidad, dentro del grado de inversión, con duraciones entre los 3 y 5 años y emitidos en euros por emisores de cualquier parte del mundo.

-¿Europa o EEUU para invertir… o quizá algún país emergente?

Carteras siempre equilibradas. Y que prescindan del enfoque geográfico como única clave de selección. Nosotros preferimos hablar de carteras más defensivas que cíclicas en un entorno de deterioro cíclico donde no se ve la vuelta de la economía aún; carteras más value que growth; pero, entendiendo que si los tipos dejan de subir podríamos equilibrar el sesgo (blend).

También buscamos valores con baja volatilidad y cierto sesgo hacia la rentabilidad por dividendo. Todo ellos sin perder de vista los factores extrafinancieros: ESG.

Ahora mismo entre EE.UU y Europa no tenemos una preferencia clara. Sin embargo, dentro de emergentes, sí estamos seleccionando India, como gran emergente y con la vista puesta en el más largo plazo.

-¿Sectores?

Defensivos preferentemente con atención renovada por los más sensisbles a tipos en la medida en que los tipos se estabilicen y sectores más value.

-Cumbre del clima. ¿Es compatible el crecimiento económico con la lucha contra el cambio climático?

Sí. Aquí hay que huir de los maximalismos y la polarización que se genera. Conjugar el crecimiento y cómo abordar los retos de largo plazo es ineludible.

El populismo fiscal es el resultado de la posibilidad que los bajos tipos de interés han prestado a los gobiernos para elevar su gasto

No se pueden hacer los cambios a coste cero; pero, no se pueden dejar de hacer los cambios. El consenso sobre la relevancia de tomar medidas debe venir de la mano de implementar estas mismas medidas de forma adecuada para evitar impactos no deseados en la sociedad.

-Y si no están en esta cumbre ni India, ni China ¿de qué nos vale?

El reto de la transición energética, el clima, el cuidado del planeta,… son retos globales. La desglobalización que vivimos no ayuda a conjugar los intereses de todas las partes. Es precisamente tarea de la política sentar en una mesa a todos y diseñar planes que sean efectivos. Si las cumbres sólo sirven para exponer el problema y las sensibilidades de una parte del planeta tendrán un efecto limitado.

-¿Vienen curvas en 2023? Y… ¿de qué tipo?

En los mercados tenemos ya reflejadas en buena medida las noticias negativas; pero, aún no tenemos un panorama libre de incertidumbres: certificar el control de la inflación y la búsqueda de las tasas terminales de tipos, ver cuál es el impacto del deterioro cíclico en los márgenes y beneficios de las compañías, conocer cómo va a evolucionar el conflicto bélico y su impacto en las materias primas, observar cómo avanza la economía y políticas en China,…

Pero lo más relevante, lo que siempre nos acaba por sorprender, es lo que desconocemos. Los unkonwn unknowns.