Aumenta el pesimismo de las gestoras en relación a los planes de pensiones individuales. Lógico, porque José Luis Escrivá -quién te ha visto y quién te ve- está empeñado en eliminarlos como complemento a la pensión pública. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, es más de planes de empleo (de empresa), aunque en España tienen muy poca implantación, frente a los 87.000 millones de euros de patrimonio de los planes individuales.

Así, el 92% de las gestoras cree que las aportaciones a estos planes serán inferiores a los 1.327 millones de euros de 2020, según la encuesta del Observatorio Inverco, publicada este martes. El motivo principal es la reducción del límite desgravable de las aportaciones, de 8.000 a 2.000 euros. Un límite que en 2022 pasará a ser de tan solo 1.500 euros, tal y como aprobó el gobierno y contemplan los Presupuestos Generales del Estado.

De ese porcentaje, el 74% cree que las aportaciones brutas en su entidad caerán más de un 20% en 2021, mientras el 62% prevé una caída de entre el 20 y el 40%.

En este contexto, se pueden imaginar el sentir general de las entidades. Efectivamente, la gran mayoría (97%) opina que los planes de pensiones individuales no están suficientemente incentivados en comparación con el resto de países de la Unión Europea, y así es muy complicado, por no decir imposible, que sirvan de complemento de ahorro para la jubilación. A fin de cuentas, es lo que persigue Escrivá.