Una tanda de buenas noticias han dado la vuelta a la cotización Grifols en las últimas semanas. Ha pasado ser uno de los farolillos rojos del Ibex, con pocas expectativas de mejora, a convertirse en opción para 2024 por parte de algunas casas de análisis como Renta 4 o como el banco de inversión JP Morgan que le da un voto de confianza…aunque limitado.

La evolución de su cotización este año, que está a punto de terminar, ha sido una auténtica montaña rusa. Tocaba mínimos en los 8,41 euros desde los máximos de 14,40 euros alcanzados a primeros de año, y que ha vuelto a recuperar

Unos niveles que, no obstante, están muy lejos de los históricos que marcó en 2020, antes de la pandemia, cuando cotizaba en los 30 euros holgadamente, o de los 25 euros que alcanzó en 2021.

La capitalización, aunque ha remontado, sigue siendo menos de la mitad de la que tenía en 2019 (13.393 millones), capitalización que se redujo a 10.175 en 2020, bajó a 7.190 millones en 2021 y calyó hasta los 4.589 en el 22. Ahora está en los 6.000 millones.

GigaGen Inc., filial de Grifols, ha recibido la aprobación de la Agencia del Medicamento de EEUU para iniciar el ensayo clínico de un nuevo fármaco para el tratamiento de tumores sólidos

Pero los números, a día de hoy, son los números, o mejor dicho, los porcentajes son los porcentajes, y sus títulos han recuperado en lo que va de año cerca de un 27%, impulsados, como comentamos, por las buenas noticias que ha recibido la compañía.

Por ejemplo, que la Unión Europea ha determinado a los medicamentos de Griffols como esenciales. En concreto los fármacos hemoestáticos (aquellos que contribuyen a detener el sangrado producido por hemorragias masivas producto de heridas o accidentes) entre los que se encuentran varios que comercializa desde hace años la farmacéutica catalana.

Además, GigaGen Inc., filial de Grifols, ha recibido la aprobación de la Agencia del Medicamento de los Estados Unidos, la FDA, para iniciar el ensayo clínico de un nuevo fármaco para el tratamiento de tumores sólidos: el GIGA-564, mientras el pasado 25 de noviembre conocíamos que Grifols había firmado un acuerdo con el ejército egipcio para fabricar medicamentos derivados del plasma.

Aun así, y a pesar de que la compañía ha dejado atrás sus pérdidas tras ganar 3,3 millones hasta septiembre, los expertos, no pierde de vista su deuda que asciende a 9.540 milones de euros y que se explica, fundamentalmente, por los problemas industriales que supuso la reducción de la obtención de plasma, (materia prima fundamental para el desarrollo de su negocio), durante la pandemia, y por la compra de su rival alemana Biotest, una megaoperación que Grifols cerró en abril de 2022, por un valor estimado de 1.100 millones de euros. La duda es si la empresa será capaz de reducir su elevado apalancamiento.

A pesar de que la compañía ha dejado atrás sus pérdidas tras ganar 3,3 millones hasta septiembre, a los expertos les preocupa su deuda

Una interrogante que preocupa a los fondos que controlan parte del capital de la compañía y que fueron los primeros en ‘aplaudir’ la salida del histórico Victor Grifols, en octubre del año pasado, que fue sustituido por Steven F. Mayer, como presidente ejecutivo, el primero fuera de la familia catalana.

Pero Mayer no estuvo ni seis meses al frente de la presidencia ejecutiva, cargo que cedió, en marzo de este año, a Thomas Glanzmann. Consejero de la compañía desde 2006 y vicepresidente del consejo desde 2017, tiene un perfil ligado al mercado farmacéutico ya que ha desarrollado prácticamente toda su carrera profesional vinculado a la industria del plasma.

Glanzmann ha dado un vuelco a la comunicación que mantenía la empresa, comunicación de mínimos con el mercado. Es decir, que los denominados roadshows son habituales en su agenda.

En estos encuentros, el presidente se muestra convencido de que, el año que viene la multinacional conseguirá recuperar su rentabilidad previa a la pandemia del Covid y que el objetivo de Grifols es reducir su endeudamiento desde el ratio de 6,8 veces el ebitda actual, hasta cuatro veces a finales de 2024. Mientras, ha puesto en marcha medidas de ahorro, ha realizado un ajuste de plantilla de 2.200 trabajadores y prevé desinvertir en negocios, concretamente, desprenderse de una parte de su participación en la china Shanghai RAAS

Pero, la llegada de Glazmann ha supuesto una pérdida de poder para la familia Grifols ya que, al de presidente, suma el cargo de consejero delegado de la compañía

Ya no hay dos CEOs, como era habitual, porque Víctor Grifols Deu y su tío Raimon Grifols Roura, son ahora director de Operaciones y director general corporativo, respectivamente.

Lo que si conserva la familia es su puesto como principal accionista con el 31,11% del capital de la empresa que fundó Víctor Grifols Lucas junto a su padre, José Antonio Grifols Roig, y a sus dos hermanos, Josefa y José Antonio, en noviembre de 1940.

La participación de los Grifols se divide en cuatro sociedades y, atención, sólo una de ellas tiene su sede en España, tal y como contamos en Hispanidad. Se trata de Deria (9,195%), propiedad de los cinco hermanos de la rama Grifols Roura (Víctor, Núria, Raimon, Albert y Enric).

La llegada de Glazmann ha supuesto una pérdida de poder para la familia Grifols ya que, al de presidente, suma el cargo de consejero delegado de la compañía

Fuera ya de territorio español, (porque, eso sí, los Grifols son muy, muy catalanistas pero no dudaron en trasladar parte de su sede a los Países Bajos antes que Ferrovial y…sin despeinarse), el holding Scranton Enterprises, con sede, como decimos, en Países Bajos, que pertenece a directivos y accionistas de la compañía (entre ellos, Ramón Riera Roca, Tomás Dagá Gelabert, Víctor Grifols Roura y su primo Juan Ignacio Twose Roura), con el 8,672%.

Le sigue, con el 7,089% del capital, la sociedad Ponder Trade, que se fusionó con Thorthol Holdings, domiciliada en Países Bajos-, propiedad de la rama Grifols Gras (José Antonio, Santiago y Montserrat, primos de los Grifols Roura).

Y, por último, está la matriarca de los Grifols Roura, Nuria Roura, viuda de Víctor Grifols Lucas, que a través de Rodellar Amsterdam Holding, con sede en Países Bajos, tiene el 6,154%.

Tras la familia catalana, en el accionariado de la compañía se encuentran varios fondos de inversión: Capital Research and Management Company (5,659%); BlackRock, el colonizador del Ibex, (4,142%); y Europacific Growth Fund (3,033%).