Una semana y un día hace que Alphabet (la matriz de Google) celebrara su conferencia anual de desarrolladores I/O, y presentara el siguiente paso en la carrera por la IA para consumidores y empresas.

Apunte:  "I/O" es sinónimo de entrada/salida, así como el lema "Innovation in the Open", además de la denominación de su conferencia anual que se inauguró en 2008.

Bien. Mucha expectación ante lo que tuviera que anunciar, presentar, comunicar y mostrar Alphabet sobre las novedades en su apuesta por la inteligencia artificial, sobre todo porque en los I/O anteriores, concretamente desde el celebrado hace un año, no se han cumplido con las expectativas y algunas de sus herramientas no funcionaron tal y como se esperaba.

En estos 8 días las acciones de la tecnológica suben cerca de un 4% desde que se produjo esta conferencia la semana pasada, que no es para tirar cohetes, la verdad, tras la presentación de relumbrón.

Eso sí, cotiza en máximos, (179,5 euros), no sólo en lo que va de año, sino en máximos de los últimos cinco.

Alphabet se quedó atrás en el desarrollo de un asistente para las búsquedas en su web. A partir de ahí, ha tenido que dar un giro para invertir más en inteligencia artificial, aunque en este sector el tiempo es clave

Conviene recordar que Alphabet era vista por los inversores y expertos (algunos dudan y todavía no las tienen todas consigo) como la gran rezagada en su apuesta por la inteligencia artificial especialmente desde que, a finales de 2022,  ChatGPT. creado por OpenAI empresa en la que Microsoft invirtió 10.000 millones de dólares (y que provocó todo un culebrón en su seno de fichajes, despidos y regresos de sus directivos), irrumpiera en escena.

Desde entonces, los gigantes tecnológicos están desarrollando estrategias de IA. A la cabeza, Microsoft… y Google que quiere pillarle el paso, aunque no lo consigue.

“Alphabet se quedó atrás en el desarrollo de un asistente que pueda ayudar a las búsquedas en su web. A partir de ahí, ha tenido que dar un giro para invertir más en inteligencia artificial, aunque en este sector el tiempo es clave…como todos sabemos. Esto no supone que vaya a estar en la cola de esta tendencia para siempre, aunque sí que tendrá que hacer un mayor esfuerzo para alcanzar a competidores como Microsoft o Meta”, asegura Javier Cabrera, analista de XTB.

Pero, ¿habrá un antes y un después tras esta última conferencia/presentación de Alphabet?

“En su última Conferencia de Desarrolladores,” explica Julián Pascual, presidente y gestor de renta variable de Buy & Hold, “Alphabet ha mostrado mejoras y avances muy significativos en materia de inteligencia artificial en el último año…que sitúan a Google DeepMind, la división de Alphabet para este campo, al frente de la innovación y el desarrollo en IA. Aun así, es muy pronto para valorar cuáles serán los resultados de estos avances”.

De momento, ha dejado claro que incorpora la IA a su producto estrella: el buscador Google.

“Entre las novedades más destacadas” apunta Pascual, “está Flash, un modelo de su IA Gemini 1.5 más rápido y eficiente, nuevas implementaciones en su motor de búsqueda y los trabajos para el desarrollo de un buscador de vídeos por archivo, como ya es posible hacer con imágenes”.

Tal es la presión por la necesidad de colocarse a la vanguardia de la IA, que, el mismo día que Microsoft y OpenAI daban detalles de cómo iba a funcionar ChatGPT, Alphabet contraprogramó con el anuncio de Bard, ahora conocido como Gemini 

En palabras gruesas, la búsqueda de Google se basa en ofrecer enlaces a sitios web para consultar que aparecen junto a todo tipo de publicidad. Con los nuevos desarrolladores, eso se queda como está. Sin embargo, para búsquedas más complejas, Google mostrará resúmenes generados por IA.

Y esto…podría afectar a su principal línea de negocio. “En cierta medida”, opina el analista de XTB, “implantar un asistente en Google podría ser contraproducente, ya que una respuesta exacta a una pregunta o búsqueda reduciría la navegación por diferentes páginas webs y un menor flujo de visitas supone menos impacto de los anuncios”.

Porque, no debemos de olvidar, tal y como hemos denunciado en Hispanidad, que Google continúa beneficiándose de su posición de dominio -según las autoridades de Competencia de EEUU y Europa-, lo que le permite, entre otras cosas, seguir ‘robando’ la publicidad a los medios de comunicación.

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En este sentido, el juicio más importante que afronta es el que finalizó en noviembre del año pasado, por el que la empresa fue acusada de monopolio. La sentencia no se sabrá, probablemente, hasta el segundo trimestre de este año.

A todo esto, hay que sumar que la compañía fue sancionada, a primeros de año, con 5.000 millones de dólares por vulnerar la privacidad de los usuarios, incluso, en el ‘modo incógnito’.

Pero volviendo al modelo de su IA Gemini 1.5 y a su presentación, conviene recordar de dónde ‘venimos’, de dónde viene Google.

Hubo mucha expectación ante lo que tuviera que anunciar y mostrar Alphabet sobre las novedades en su apuesta por la inteligencia artificial, sobre todo porque desde la última conferencia, concretamente la celebrada hace un año, no se han cumplido con las expectativas

Tal era, y es la presión que ejercer la necesidad de colocarse a la vanguardia de la implementación de la IA, que, en febrero de 2023…el mismo día que Microsoft y OpenAI celebraban un acto para dar detalles de cómo iba a funcionar ChatGPT, Alphabet contraprogramó con el anuncio de Bard, ahora conocido por Gemini (su modelo de inteligencia artificial).

Pero en esa presentación, “improvisada prácticamente a última hora”, aseguran los expertos, “Bard cometió un error que hundió la cotización de la compañía”.

De esto ha pasado un año y, a pesar de que Google ha implantado su inteligencia artificial en muchos de sus productos, OpenAI/ChatGPT es la referencia y la IA que manda en el mundo, con 2 mil millones de usuarios.

“También Amazon y Meta Platforms (matriz de Facebook) se están colocando al frente en IA. Todas están invirtiendo una media de 40.000 a 50.000 millones de dólares al año en este ámbito. Una cifra inalcanzable para potenciales rivales, incluso administraciones públicas, que crea fortísimas y elevadísimas barreras de entrada a futuro para posibles competidores”.

Estos gigantes tecnológicos forman parte de los denominados 7 magníficos. Y lo son porque, por ejemplo, Microsoft (a la cabeza) tiene una capitalización bursátil de 3,2 billones de dólares y se revaloriza un 242%, en los últimos cinco años. La capitalización de Alphabet (matriz de Google) es de 2,18 billones de dólares con una subida del 212% en el mismo periodo; Amazon vale en Bolsa 1,9 billones de dólares y se revaloriza un 100%, y Meta (matriz de Facebook) capitaliza en 1,2 billones de dólares y presenta un crecimiento del 160%.