Hispanidad viene advirtiendo del peligro de desabastecimiento que acecha a la economía española.

La ruptura de la cadena de suministro pone en jaque al conjunto de la economía mundial, pero sus heridas son más profundas en las pymes, las más indefensas durante la crisis. España es, además, un país de pymes (son más del 90% del tejido empresarial). Muchas de ellas tuvieron que internacionalizarse para sobrevivir a la anterior crisis, por lo que se ven especialmente afectados por esta, informa ABC.

Los avales del ICO se acaban, la capacidad de financiación se agota y las ayudas directas del Gobierno no han terminado de sanarlas. El colofón final ha llegado en forma de cuello de botella en el comercio internacional. Según algunos testimonios recogidos por ABC, a una empresa de circuitos electrónicos hay chips que cuyo precio se ha multiplicado por 70; a otra de fabricación de muebles los proveedores le retrasan los pedidos y les exigen comprar tráilers enteros para ser suministrados.

Esta situación amenaza la campaña de Navidad, momento clave para el consumo. Los negocios ya recomiendan adelantar las compras para que el consumidor se asegure disponer de aquellos productos estrella. «Lo recomendable es realizar las compras con algo más de antelación este año, porque algunos productos se van a acabar y otros subirán de precio en breve», explican desde la Confederación Española de Comercio. La patronal de las pymes, Cepyme «cree que la crisis de materias primas supondrá un lastre a la recuperación del tejido de las pequeñas y medianas empresas», añade ABC.