Ana Botín, presidenta ejecutiva de Grupo Santander ha recibido el premio Enrique V. Iglesias al Desarrollo Empresarial Iberoamericano
A Moncloa no le sentó bien que la presidente del Santander eludiera la nueva mega-presentación de Pedro Sánchez sobre un tema totalmente novedoso: el Plan de Resiliencia. Allí, el 1 de septiembre, estaba Álvarez-Pallete y, naturalmente, Ignacio S. Galán, pero Ana Botín hizo mutis por el foro.
Precisamente en verano, doña Ana, en su estío cántabro, llegó a afirmar que si proseguía la deriva bolivariana de Pedro Sánchez podría llevarse el banco a Londres, que en Reino Unido es más valorada que en España, Recuerden que nada más acceder el cargo, tras la muerte de su padre, Ana Botín ya habló sobre esta posibilidad, que luego abandonó. Desde la entidad se negó la hipótesis y luego vino un periodo de entendimiento entre Sánchez y Botín. Pero la ruptura, provocada por la toma de Prisa por La Moncloa y la expulsión del presidente que había colocado la banquera -su amigo Javier Monzón- ha alejado a los dos prebostes. El Santander ha perdido todo su poder en Prisa, que ha pasado a Miguel Barroso, el hombre de Moncloa, aunque se supone que entró gracias a la participación del 10% que Telefónica posee en El País.
En definitiva, las relaciones entre Ana botín y Pedro Sánchez han pasado del amor al odio. Desde luego, ya hay alguien que se cree las encuestas que otorgan la victoria electoral a Pablo Casado: la banquera más importante del país.
Y justo en ese instante, resulta que el Rey de España entra en escena, con el otorgamiento a Ana Botín de un premio hispanoamericano. Curioso porque Iberoamérica nunca ha sido tierra de promisión de doña Ana, que tira mucho más hacia el mundo anglosajón.
Vamos con el premio que ha entregado el rey Felipe VI a Botín este martes 7 de septiembre. El presidente de honor del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI) es Enrique Valentín Iglesias, el mismo que da nombre al galardón otorgado a Botín y que ha estado presente en el acto celebrado en La Zarzuela. Curioso, pero así ha sido.
¿Recuerdan la Alianza de las Civilizaciones, que inventó Zapatero? Lejos de ser flor de un día, con el tiempo -no mucho- logró el apoyo explícito de la masonería, como explica de manera brillante Juan Claudio Sanahuja en su libro Poder Global y Religión Universal. Pues bien, entre el grupo de masones que avalaron la Alianza, por parte de Iberoamérica estaba Enrique Valentín Iglesias que, como hemos mencionado anteriormente, es el presidente de honor de Ceapi y da nombre al premio. ¿Un galardón que lleva el nombre de un vivo, no de un muerto? ¡Cosas veredes, amigo Sancho!
Entre los invitados a la ceremonia “restringida”, como ha resaltado el banco en su comunicado, estaba la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, otro puntal del Nuevo Orden Mundial (NOM) para la colonización ideológica de Hispanoamérica. Conviene recordar que doña Rebeca fue Administradora asociada del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, entre cuyos objetivos figuraba lograr el acceso universal a la ‘salud reproductiva’, o sea, al aborto.
Y en este entorno masoncete no podía faltar el presidente de honor de El País y otrora representante del Club Bilderberg en España, Juan Luis Cebrián. Por parte de CEAPI, además de Enrique V. (que no Enrique V, rey de Inglaterra) ha asistido la presidenta de la organización, Nuria Vilanova. El Gobierno, por su parte, ha enviado al ministro de Exteriores, José Manuel Albares y a la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.
Botín no ha ido sola. Le han acompañado el ex vicepresidente del banco, Rodrigo Echenique, el presidente no ejecutivo de Santander España, Luis Isasi, y el vicepresidente de Santander España y director general de Comunicación, Marketing Corporativo y Estudios del banco, Juan Manuel Cendoya.
Es decir, Botín y Sánchez se apuntan a dos ramas distintas del Nuevo Orden Mundial (NOM). La verdad, no sé por qué no se entienden mejor.