Abanca planteó el jueves a los sindicatos un ajuste de unos 380 empleados, el 5,7% de la plantilla del banco. Se da la circunstancia de que el banco de Juan Carlos Escotet adquirió Novo Banco en abril y ha cerrado la integración de Bankoa el pasado 15 de noviembre. Novo Banco tenía 150 empleados y Bankoa, 260. En total, 410 trabajadores nuevos, casi el mismo número que el ajuste anunciado.

Las salidas afectarán tanto a la red como a los servicios centrales. Aunque el banco todavía no ha presentado una propuesta formal -la del jueves fue la primera reunión informal-, la entidad ha comunicado que no necesita los servicios centrales ubicados fuera de Galicia y que el ajuste también afectará a la red de oficinas distribuidas por 15 provincias españolas, incluidas las gallegas.

La intención del banco es priorizar las salidas voluntarias, extremo que los sindicatos no terminan de creerse. Habrá que esperar a la próxima reunión -miércoles 24 de noviembre- para conocer los detalles.