Vidrala va en buena dirección, pues ha logrado desapalancarse un 21% en los nueve primeros meses del año, pese a menores Ebitda y ventas. En concreto, la deuda se ha situado en 262,6 millones de euros, frente a los 333 millones del mismo periodo de 2019, y supone un ratio de 1 vez el Ebitda.

La compañía de envases de vidrio para productos de alimentación y bebidas ha tenido un beneficio neto de 111 millones (+3%) gracias al buen tercer trimestre (48,8 millones). El Ebitda ha sido de 203,6 millones (-1,3%) y las ventas se han situado en 749,8 millones (-1,6%), a pesar de que han aumentado un 8,25% entre julio y septiembre, según los analistas de Norbolsa, pues el consumo doméstico ha compensado el menor turismo. Eso sí, ha mantenido ligeramente creciente el margen sobre ventas, que ha ascendido a 27,2%, frente al 27,1% de hace un año. De seguir en esta línea, parece que las ganancias anuales podrían estar cerca de las de 2019.

Paralelamente, conviene recordar que hace unos días, Vidrala anunció una ampliación de capital de 1,38 millones para retribuir a sus accionistas, dar una mayor liquidez a su valor y reforzar la estructura de recursos propios. En concreto, se dará una nueva acción por cada 20 antiguas y el periodo de negociación será entre el 22 de octubre y el 5 de noviembre.