Gas Natural Fenosa estrena nueva etapa hasta con nuevo nombre, Naturgy Energy Group, con “aspiración internacional y como como compañía energética, no sólo gasista”, ha explicado Francisco Reynés antes de la Junta General de Accionistas, celebrada este miércoles en Madrid, que ha aprobado los resultados y los cambios en el Consejo de Administración. En la asamblea se ha escenificado el cambio de imagen, además de mostrar hacia dónde va la nueva compañía, en plena trasformación a un modelo más eficiente y rentable, y gobierno más ágil para tomar decisiones.

Son parte de los ejes con los que Francisco Reynés ha reorganizado el gobierno corporativo -con perfiles económicos, de gestión, ingenieros y jurídicos-, la razón por la que ha reducido a 12 el número de consejeros y el criterio con el que ha elaborado el plan estratégico 2018-2022, que presenta mañana jueves en la City londinense.

El nombre Naturgy quiere representar “la energía de nuestra naturaleza, así como a una compañía digital y global que trabaja para mejorar la vida de las personas a través de la energía simple y natural”, según el comunicado de la empresa. Pero cambia mucho más, que afectará también a los trabajadores y al negocio.

Reynés se estrena con buenos resultados: el beneficio crece un 34% hasta mayo, pero se quita mérito

En los objetivos, en cualquier caso, manda una condición: “el valor está por encima del tamaño”, ha insistido Reynés tras asegurar que la compañía “ha analizado durante meses las ventajas competitivas en los mercados que opera”. “Nuestra obsesión es el valor”, ha dicho también a los accionistas.

Reynés, esa es la clave, no quiere que la empresa crezca de cualquier manera, sino bajo el prisma de la rentabilidad, lo que exige a su vez disciplina de inversión. Es el criterio para enfocarse en los países y en los negocios estratégicos, cada cual según sus peculiaridades. “No se puede pedir a todos lo mismo, ha dicho Reynés, porque las condiciones son distintas”

A nadie le gusta que le cierren fábricas, pero aparca cualquier juicio sobre el nuevo Gobierno

Entre otros pilares para la trasformación de la compañía hacia la eficiencia, está también la gran autonomía de las unidades de negocio para el desarrollo orgánico y el crecimiento inorgánico.

Se complementa con la apuesta de las energías renovables y la exclusión de las fuentes contaminantes y que resperten el medio ambiente. Es la razón de las ventas de una mina de carbón y de una plata con motores de fuel, en Sudáfrica y Nigeria, de las que ha informado a la CNMV este miércoles. 

Actualmente, ha insistido Reynes, la energética no está implicada en ninguna operación corporativa de compra ni de venta. Ahora bien, tiene ante sí numerosos proyectos de inversión. “No se cierra a nada”, ha dicho.

Naturgy no teme a Repsol y “no está implicada en ninguna operación corporativa de compra ni de venta”

Reynés se ha marcado un tanto al avanzar los resultados hasta mayo, aunque insistiendo su carácter estacional; o lo que es lo mismo, ni se deben a él -un ejercicio de modestia-, ni aseguran un año en igual línea. La mejora en las condiciones del mercado de gas y electricidad y del negocio de distribución, han permitido a GNF un aumento del 11% del Ebitda y del 34% del beneficio neto (1.823 y 481 millones, respectivamente).

Reynés ha omitido cualquier consideración sobre el nuevo Gobierno o la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a diferencia, por ejemplo, de Josu Jon Imaz, ceo de Repsol. Sí ha señalado que “a nadie le gusta que le cierren fábricas”, en referencia a las térmicas o las nucleares, que dependen, cómo no, de las inversiones para calcular su rentabilidad.

No teme, por cierto, a su anterior accionista, Repsol, hasta la venta del 20% a CVC, incluso si compite con ellos en las plantas de ciclo combinado (cambian los actores, nada más).