Este viernes, el Banco de España ha dado una gran alegría al Gobierno Sánchez (ahora en funciones), con sus proyecciones macroeconómicas de la economía española, pues han mejorado las realizadas el pasado marzo. Para la más importante de todas, el PIB, ha elevado su previsión dos décimas, hasta el 2,4% para este año. Es decir, estima una “prolongación de la fase expansiva, aunque con una moderación progresiva del ritmo”, según ha afirmado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce. Y es que en 2018, la economía española creció un 2,6%, pero este año lo hará en un 2,4%.

La revisión al alza en la previsión del PIB se debe a que el primer semestre ha tenido una mejor evolución de la prevista: entre enero y abril, la economía creció un 0,7% y los indicadores del segundo trimestre -aún no definitivos- muestran que se mantiene el nivel de crecimiento en torno al 0,6%.

2019 cerrará con un déficit del 2,4%, según el Banco de España, cuatro décimas por encima de lo que prevé el Gobierno 

Pero no ha sido la única revisión, el organismo que preside Pablo Hernández de Cos también estima una mayor reducción del déficit, que será una décima menor de lo previsto en marzo, colocándose en el 2,4% este año, cuatro décimas por encima de lo que anunció el Gobierno. En el cálculo se han tenido en cuenta elementos no recurrentes que podrían tener un impacto negativo (como “la compensación a la concesionaria -es decir, a Abertis- por la AP-7 o la materialización de Esquemas de Protección de Activos -EPAs- de algunas entidades financieras”), pues se verían compensados por datos de cierre de 2018 y cifras recientes de ingresos. Eso sí, la gran noticia es la salida de España del brazo correctivo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) en 2019, diez años después de su entrada.

En cuanto a la tasa de paro, el Banco de España mejora su estimación para este año y para los dos siguientes, hasta el 13,8%; 12,4% y 11,8%. A pesar de esto, mantiene que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) terminará teniendo un impacto negativo en el empleo, aunque sus previsiones parezcan ir por otro lado, ¡curioso! En los cuatro primeros meses, “el empleo ha evolucionado de una manera más positiva de lo previsto”, ha afirmado Arce, añadiendo que hasta el verano de 2020 no tendrán toda la información para analizar el impacto del SMI, y que sorprende “la desaceleración de la remuneración por asalariado, que ha pasado del 1,1% del cuarto trimestre de 2018 al 1%” entre enero y abril de este año, pese al incremento del SMI.

Mantiene que la subida del SMI terminará teniendo un impacto negativo en el empleo, pese al buen trimestre, aunque hasta el verano de 2020 no tendrá toda la información para analizarlo

Claro que la deuda pública es harina de otro costal porque “va a superar holgadamente el 90% del PIB en 2021”, por tanto seguirá lejos del objetivo establecido por la Unión Europea (60%). “Cabe esperar que se reduzca de forma bastante gradual, pues con tasas de crecimiento elevadas, superiores incluso al 3%, la deuda ha tenido bastante resistencia a la baja”, ha explicado Arce. “Incluso en un escenario macro con crecimiento superior al de la zona euro, cabe esperar que lleve bastante tiempo”, aunque “imposible no es, no se va a producir de la noche a la mañana”. 

Respecto a los riesgos, el Banco de España ha señado que los principales proceden del exterior, destacando la escalada del proteccionismo internacional y otros riesgos geopolíticos, así como el Brexit y la mayor posibilidad de un escenario desfavorable. Dentro de nuestras fronteras, está la incertidumbre respecto a políticas económicas, "algo natural tras las elecciones", y la elevada fragmentación política