Joe Biden, candidato a la presidencia de EE.UU por el Partido Demócrata, ha insistido en que convertirá el aborto en un derecho por medio de una ley federal, en caso de que la sentencia Roe contra Wade de 1973 sea revocada por la Corte Suprema debido a la influencia de la jueza Amy Coney Barrett, en caso también de que ésta sea confirmada en la Corte Suprema, recoge Infocatólica.

Biden afirmó: «Lo primero de todo, no sabemos exactamente qué hará [Barrett], aunque se espera que ella querer anunlar Roe, y la única cosa -la única respuesta- responsable a eso sería aprobar una legislación que haga de Roe una ley para todo el país». «Eso es lo que yo haría».

Cabe recordar que Biden estuvo muchos años dudando acerca del aborto sin restricciones y asegurando que Roe vs. Wade iba «demasiado lejos». Pero luego se comprometió durante las primarias demócratas de 2019 a consagrar esa sentencia como ley.

No es de extrañar que haya sacerdotes que le nieguen la comunión al candidato demócrata a la Casa Blanca

Y ese hecho, que Biden quiera convertir en ley una ley que atenta contra el derecho a la vida, supone tumbar uno de los principios de la democracia americana, que es que el Tribunal Supremo es quien marca los derechos y libertades.

Hay que destacar también que Joe Biden se autodenomina católico. Por eso, en octubre de 2019, no se le permitió comulgar en una iglesia católica en Carolina del Sur: por su apoyo al aborto, recogió CNN.

El padre Robert Morey, de la iglesia católica Saint Anthony en la ciudad Florence, le dijo al diario Florence Morning News que le había negado a Biden la comunión porque “cualquier figura pública que defienda el aborto se pone a sí misma fuera de la enseñanza de la Iglesia”. Y añadió que “como sacerdote, es mi responsabilidad servir a las almas encomendadas a mi cuidado, y debo hacerlo incluso en las situaciones más difíciles. Mantendré al señor Biden en mis oraciones”.