Superado por la realidad, una vez más, el ministro de las pensiones -perdón de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (nunca he tenido claro si se trata de incluir a los migrantes o a los asegurados)- se ha comprometido ante Bruselas a instaurar en España un sistema de pensiones empresarial, como el que rige en los países anglosajones, donde el común de la clase media cobra tres pensiones: la pública, la pensión empresarial, con aportaciones que te han ido quitando de tu salario a lo largo de tu vida laboral, y el plan de pensiones individual que te has ido creado tú en tu banco o fondo de pensiones.

Contra la quiebra del sistema público de pensiones, sólo vale retrasar la edad de jubilación y promover el salario maternal

Pues eso, que Escrivá, atormentado ante un sistema público de pensiones quebrado quiere crear el segundo elemento: el diario El Mundo asegura que Escrivá se ha comprometido ante Bruselas a que 11 millones de españoles posean en 2030 ese plan de pensiones al que solemos referirnos como fondo de pensiones complementario, que sale de la nómina del trabajador -en su mayor parte- y de lo que aporte la empresa.  

Vivimos más y mejor, por lo que tenemos que trabajar más… y tenemos que valorar de nuevo la maternidad, compensando a la mujer

En primer lugar las fechas. En efecto, los planes de pensiones no se crean de un día para otro. Hay que engrosarlos a lo largo de toda una vida laboral, pero en un país tan envejecido como España hay mucha gente que ya está culminando esa vida laboral. En otras palabras, no puedes empezar de cero tu propio fondo a los 55 años de edad, o será un fondo de chicha  y nabo. Para eso, mejor vete al banco y haz tu propio fondo individual.

Y hay otro problema. El fondo de pensiones elevará los costes laborales, ya estresados por unas cuotas sociales altísimas en España. Ergo, el empresario aún contratará menos y el salario del contratado aún será menor.

La heroína del mundo actual es la madre de familia numerosa

Ministro Escrivá: contra la quiebra del sistema público de pensiones, sólo vale retrasar la edad de jubilación y el salario maternal.

Es lo suyo esto de retrasar -de 65 a 70 años de edad, por ejemplo- dado que vivimos más y mejor. Salvo en determinados oficios, sobre todo manuales, a los setenta años de edad se rinde lo mismo o más que a los 65 años.

Y al mismo, tiempo, dado que el origen de todos los males están en el envejecimiento de la población española dado que nos quedamos a tener hijos, habrá que incentivar la natalidad.   

Tenemos que valorar de nuevo el esfuerzo que la mujer hace al tener hijos y que, no nos engañemos, sólo ella puede hacer, por mucho que nos enredemos con la conciliación.

Pero ese esfuerzo debe ser compensado con un verdadero salario maternal por hijo. Y no hablo de los 100 euros mensuales hasta los tres años, verdadera vergüenza de España. La heroína del mundo actual es la madre de familia numerosa.

Ante la quiebra de las pensiones sólo cabe aplicar el viejo refrán: a grandes males…