Cuando José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar presentaron en sociedad la fusión Bankia-Caixabank -18 de septiembre-, el presidente de Bankia y futuro presidente de la fusionada, aseguró que Pepe Sevilla, CEO de Bankia, tendría un papel de gran responsabilidad en el nuevo equipo directivo. Goiri puso en valor el trabajo de su número dos, a priori uno de los perdedores de la fusión, junto a Jordi Gual.

El presidente de Caixabank -presidente no ejecutivo- no corrió la misma suerte que Sevilla: Gortázar no se mojó sobre su futuro en la nueva entidad.

Tampoco lo ha hecho este lunes, pero sí ha puesto en valor el gran trabajo que desempeña y más en estos meses previos a la fusión. “El rol de Jordi Gual y de Pepe Sevilla en los próximos dos trimestres es crítico”, ha afirmado durante su intervención en el XI Encuentro del Sistema Financiero, organizado por KPMG y Expansión.

La intención de ambas entidades es la de culminar la fusión durante el cuarto trimestre de 2021.

Sobre el impacto de la pandemia en los resultados de Caixabank, Gortázar cree que será limitado, al menos en cuanto al aumento de la morosidad que cerrará este año por debajo del 5%. “Estaremos muy lejos de que se genere un problema sistémico para la banca”, ha concluido.