• Carlos March Delgado se marcha del banco y permanecerá con su hermano Juan como co-presidente de Corporación Financiera Alba.
  • Hasta que los primos Juan y Juan sucedan a sus padres en el grupo industrial.
  • Hablamos de lo que muchos consideran la segunda fortuna de España, tras Amancio Ortega.
  • Sólo en Corporación Financiera Alba, poseen unos 1.800 millones de euros... y sin deuda.
  • Además, sus propiedades en el extranjero, que todos reconocen poderosas, pero imposibles de cuantificar.
  • Juan March de la Lastra abandonó recientemente el grupo ACS... para descanso de Florentino Pérez.
  • Precisamente, el mismo día en el que Carlos March anunciaba su retirada, Florentino aceptaba a un consejero delegado... pero con el de superpresidente.
Es el problema de las empresas familiares: todos los herederos lo quieren, y así no hay manera de acudir a un saludable troceo de la herencia, que, a fin de cuentas, es herencia, no propiedad adquirida por méritos propios. Pero, en cualquier caso, los hermanos Juan y Carlos March Delgado han conseguido repetir la misma operación sucesoria que a ellos les sirvió para controlar uno de los grandes grupos industriales del país. La única diferencia es que el hijo de Juan Carlos, Juan March de la Lastra, pasa de los cuarenta mientras su primo, Juan March Juan, hijo de Juan March Delgado, responsable de capital riesgo del Grupo, tiene 30 mal contados. La matriz del Grupo March,  un pequeño banco mallorquín, Banca March, de la que depende la poderosa Corporación Financiera Alba (CFA) es cabeza de empresas tan relevantes como Acerinox, ACS, Indra, Ebro, Viscofan o Clínica Baviera. En definitiva, la presidencia de Banca March supone la jefatura de hecho de todo el grupo March, uno de los más importantes del país. Pero no se equivoquen, Corporación Financiera Alba es propiedad de la Banca March y de la propia familia, de forma directa, hasta un total del 75%. Eso significa que, con valor de bolsa, los March sin deuda, ya poseen unos 1.800 millones de euros, sólo en CFA. A eso hay que sumar la que todos reconocen como poderosa fortuna en el exterior, pero que nadie es capaz de cuantificar. Dicho de otra forma, podemos estar ante la segunda fortuna del país, en pugna con los Botín y por detrás de Amancio Ortega. Volvamos a los hechos. En la mañana del martes Carlos March (en la imagen) anunciaba que abandonaba la Presidencia de Banca March. Hasta ahora, todo ese grupo ha sido regido, en paz y armonía, por los hermanos Juan y Carlos March Delgado, más esteta que Carlos, le encanta la Fundación March, arte, música y demás manifestaciones artísticas. Ahora bien, el hijo de Juan, esto es, Juan March Juan, menos esteta que su padre y que no está dispuesto ser el eterno segundón. Pero no se equivoquen, el reparto de poder entre los hermanos Carlos y Juan es el siguiente: Carlos ocupaba y ocupará hasta julio la Presidencia de la Banca March y la copresidencia de Alba. A su hermano, Juan, más industrial, le basta con ser consejero del banco y copresidente de Alba. Juan March de la Lastra será ahora lo mismo que su padre: primero presidente de Banca March y luego copresidente de Alba. Entonces, ¿por qué Juan March Delgado no hace lo propio y cede a su hijo la copresidencia de Alba? Pues muy sencillo: lo hará pero mientras que el primer primo Juan pasa de los cuarenta, el segundo primo Juan está en los treinta pelados: dirige la empresa de capital-riesgo del Grupo y sigue formándose. Al final, no lo duden, será co-presidente de Alba. De generación en generación. Una rama es banquera y empresaria, la otra es empresaria y consejera de banca. Por cierto, caprichos del destino, el mismo día en que Carlos March anunciaba su marcha del banco, Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!), aseguraba que nombraría a Marcelino Fernández Verdes consejero delegado pero él continuaría como presidente ejecutivo del Grupo. Claro: como explicamos en esta misma edición, necesita las gabelas del cargo para seguir pagando su elevada deuda personal. Pues bien, el día en que, meses atrás, el nuevo presiente de Banca March, Juan March de la Lastra, un joven preparado y asaz incisivo, abandonó ACS, ¡Oh capitán, mi capitán!, brindó con cava. Era el consejero y miembro de la Comisión Ejecutiva que no dudaba en enfrentarse al todo poderoso presidente del Real Madrid. Por lo demás, todo sigue igual en Banca March, de generación en generación. Eulogio López eulogio@hispanidad.com