Me lo decía el miércoles un conocido asesor del Ibex 35: si se consigue el pacto PSOE-PP el dinero volverá a España que, al parecer, es lo único que importa.

Vox no es ultra, es cristiano y liberal. PSOE y PP son progres y capitalistas. Es decir, anticlericales

Como adelantara Hispanidad, la opción del capitalismo español, de la gente del dinero, es un Gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez, con la capitalista Nadia Calviño como vicepresidenta económica, y un Pablo Casado en plan estadista, que permita la formación de ese Ejecutivo a cambio de no subir los impuestos tanto como pretende el PSOE, lo que será exhibido por Casado como un gran logro mientras espera su turno para dentro de cuatro años.

Una vuelta al bipartidismo en toda regla, que conllevaría expulsar del sistema, sometiéndoles a la marginación, no sólo al ya considerado majadero Albert Rivera, sino también a los neocomunista de Podemos y, atención a los cristianos de Vox.

Porque esa es la busilis de estas elecciones: resulta que Vox no es una formación de extrema derecha, como repite Pedro Sánchez: es una formación católica. A veces no acierta al presentar su ideario cristiano pero va por buen camino.

Como diría Sánchez: somos feministas y ecologistas. En breve: animalistas. Siempre: anti-cristianos

Ahora bien, hoy, la progresía dominante ha conseguido que todo lo católico sea presentado como ultra-católico. Valores que antes eran defendidos por todos -por ejemplo al derecho a la vida o la familia natural- son ahora considerados radicales y extremistas.

Y así, para el 10-N, el capitalismo, y también el sistema de poder informativo imperante, en definitiva, el Nuevo Orden Mundial (NOM), ferozmente cristófobo, exigen un pacto PSOE-PP y expulsar del sistema a los cristianos de Vox y, ojo, también a Podemos y a Ciudadanos (que casi se ha expulsado el solito).

El PP se enreda en la celada progresista. Casado también quiere ser progre. Así le va

Por tanto, el mayor peligro del domingo no es Quim Torra ni todo el mariachi independentista catalán -o vasco-. El mayor peligro para el 11-N, para el día después, es que gane Pedro Sánchez y la única opción ‘en valores’, la única opción cristiana, se llama Vox, no PP.

Repitamos: Vox no es ultra es cristiano… y liberal en economía que tampoco nos viene nada mal. Recuerden, en economía, liberal es aquel  que defiende la propiedad privada pequeña; capitalista es quien defiende la empresa privada, el capitalismo de Estado y los mercados financieros. Es decir, defiende lo grande, las estructuras, no las personas. El PSOE y el PP son capitalistas, pero no liberales. PSOE y PP son progres y capitalistas. Es decir, cristófobos.

¿Lo peor para la Iglesia el lunes 11? El pacto PSOE-PP, llamado pacto de la moderación, cuando es pacto de la cristofobia

O como lo formularía Pedro Sánchez: somos feministas y ecologistas, en breve: animalistas. Siempre: anticristianos.

¿Lo peor para la Iglesia el lunes 11? El pacto PSOE-PP, llamado pacto de la moderación, cuando es pacto para la cristofobia.