En Nicaragua se han prohibido más de 16.500 procesiones y se han perpetrado 1.010 ataques contra la Iglesia Católica

Hace poco más de una semana, el día 22, se celebró el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o las Creencias, que se instauró por parte de Naciones Unidas hace seis años. Una jornada para visibilizar la persecución que sufren miles de personas por su fe, que sigue creciendo, y siendo el cristianismo la religión más perseguida del mundo, pues uno de cada siete cristianos sufren discriminación o violencia a diario, según varios informes; en total, 365 millones de cristianos, según refirió Puertas Abiertas. Claro que al tiempo que las cifras aumentan, también lo hace la impunidad, como advirtió Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).

Precisamente, con motivo del citado día internacional, Marcela Szymanski, ha subrayado que hay que despertar a los fieles de su anestesia y decirles: “La violencia contra ti por causa de tu religión no es normal, es importante que te levantes y exijas a tus gobernantes que cumplan su deber”. En el programa ‘Perseguidos pero no olvidados’, de Radio María, la responsable de Representación Internacional y ante la Unión Europea de la fundación pontificia ACN y editora jefe del Informe de Libertad Religiosa en el Mundo que ACN lanza cada dos años (el próximo se publicará en octubre) ha advertido que cada vez son más numerosos los estados que no cumplen con su deber de proteger a todos los grupos por igual y aumenta el número de los que, o bien son cómplices de los grupos opresores, o bien miran para el otro lado. Es más, ha apuntado que Occidente es cómplice por silencio y está dispuesto a mirar hacia el otro lado por razones económicas.

De cara al próximo informe sobre libertad religiosa de ACN, Szymanski ha afirmado que cada vez hay menos libertad de expresar lo que sucede y es más difícil saber lo que realmente pasa, incluso en Occidente, como se ha visto en Reino Unido, donde se va a la cárcel por rezar en silencio cerca de un abortorio, y también se ha prohibido rezar ante los abortorios en España. Asimismo, Szymanski ha destacado que cada vez hay más aceptación del acto terrorista, como se puede ver en que un exdirectivo del grupo terrorista ISIS, que se enorgullecía de cortar cabezas, ahora es el presidente de Siria... y ya le están quitando las sanciones económicas.

Por su parte, Marta Petrosillo, redactora jefe del citado informe, ha referido la importancia de defender a los que sufren por su fe porque “si se niega la niega la libertad religiosa a una confesión, tarde o temprano se negará también a otras”. También ha querido recalcar que “el ILR es el único informe elaborado por una ONG que abarca la situación de todos los países del mundo y de todos los grupos religiosos” y “para ACN es importante que todos disfruten por igual de libertad religiosa”. Sobre persecución religiosa, Petrosillo ha distinguido tres tipos: la perpetrada por el Estado, la causada por el extremismo religioso (como la que ejercen los grupos yihadistas) y la causada por el nacionalismo étnico-religioso.

Entre los países que más preocupan, la redactora jefe del ILR ha mencionado la República Democrática del Congo y Burkina Faso, pues la situación han empeorado en muchas partes de África, pero también en Asia, Oriente Próximo e Hispanoamérica. E incluso en Occidente, donde hay un incremento de los ataques contra algunos grupos religiosos, actos de vandalismo contra iglesias y un aumento de incidentes antisemitas y antiislámicos a causa de la guerra en Gaza. Además, “se está intentando excluir la religión de la esfera pública, incluida lo que el Papa Francisco denominó “persecución educada” y también nos preocupa la falta de respeto hacia la objeción de conciencia de las personas que trabajan en el sector sanitario”. Además, Petrosillo ha recordado que “casos como el de Asia Bibi, en el que la comunidad internacional intervino realmente y logró que fuera liberada”, por lo que hay que informar sobre lo que está sucediendo en materia de persecución religiosa.

En Hispanidad, dentro del repaso semanal sobre dicho tema, destaca un hecho ocurrido en EEUU: el tiroteo durante la Eucaristía en una escuela católica (la Annunciation Catholic School) de Minneapolis por parte de Robin Westman, una mujer trans de 23 años, causando el asesinato de dos niños (de ocho y diez años de edad) e hiriendo a 17 personas (14 niños y tres adultos). El ataque refleja cristofobia y odio a la inocencia de los niños… por parte de la ideología de género, que persigue su perversión (o “corrupción de menores”, como la denominó Santiago Abascal, líder de Vox), pero se ha intentado ocultar estos aspectos bajo el tema del fácil acceso a las armas de fuego que hay en el país que preside Donald Trump. Y ojo, ha sucedido en una ciudad donde los demócratas apoyan como candidato a la alcaldía al “socialista y musulmán” Zohran Mamdani.

El arzobispo de Saint Paul y Minneapolis, Mons. Bernard Hebda, ha emitido un comunicado tras el tiroteo mortal, donde señala: “Mi corazón está roto al pensar en los estudiantes, maestros, clérigos y feligreses, y en el horror que presenciaron en una iglesia, un lugar donde deberíamos sentirnos seguros”. También ha rogado oraciones “para que la sanación que sólo Dios puede traer sea derramada sobre todos los que estuvieron presentes en la Misa de esta mañana, y en particular sobre las familias afectadas que apenas comienzan a comprender el trauma que han sufrido”. Además, ha agradecido las condolencias que envió el Papa León XIV tras el atentado y que rezara por las víctimas.

“Mi corazón está roto al pensar en los estudiantes, maestros, clérigos y feligreses, y en el horror que presenciaron en una iglesia, un lugar donde deberíamos sentirnos seguros”, señalo el arzobispo de Saint Paul y Minneapolis, Mons. Bernard Hebda, tras el atentado

Seguimos en América, viajando a la zona central, en concreto, hasta Nicaragua, una semana más. La dictadura que lideran Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, no se cansa de perseguir a los cristianos. En los últimos años, ha prohibido más de 16.500 procesiones y actos de piedad, y ha perpetrado 1.010 ataques contra la Iglesia Católica, como ha recogido la séptima entrega del informe ‘Nicaragua: Una Iglesia perseguida’, elaborada por la abogada e investigadora en el exilio, Martha Patricia Molina, según recoge Aciprensa.

Esta experta ha señalado que la prohibición de procesiones se agudizó desde 2022, cuando la dictadura se impuso en todo el país, pero en el informe no se consideran todos los templos o capillas, por lo que la cifra “podría ser por lo menos tres o cuatro veces mayor de lo que se está registrando”. Muchas de estas procesiones, por ejemplo, las de Semana Santa, se tienen que hacer en el interior de los templos. Según Molina, hay varios factores que impiden que se denuncien ataques a cristianos, como que: “los laicos están aterrados de que los miembros del Consejo del Poder Ciudadano y los paramilitares, que son organismos adscritos a la dictadura, les hagan algún daño si ellos deciden denunciar”; los sacerdotes católicos “tienen prohibido hacer cualquier denuncia”; y “no hay presencia de medios de comunicación independiente”. Molina también ha documentado el cierre arbitrario de 13 universidades y centros de educación o formación, así como de 24 medios de comunicación y 75 organizaciones sin fines de lucro, y la confiscación de 36 propiedades.

Malas noticias que se han conocido en la misma semana que la reunión de tres obispos nicaragüenses con el Papa León XIV, como ha revelado uno de ellos, Mons. Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua y que está en el exilio desde 2019. El resto de participantes fueron Mons. Carlos Enrique Herrera y Mons. Isidoro Mora, también exiliados. Aciprensa ha recordado que Nicaragua tiene nueve prelados y cuatro de ellos viven en el exilio, además de los tres que se han reunido con el Santo Padre, está Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí.

Del centro de América, al sur, concretamente a Brasil. Allí ha surgido una disputa legal en torno al Cristo Redentor de Río de Janeiro, como informa Zenit. El conflicto no se centra en la estatua, sino en el terreno que la rodea (parte del Parque Nacional de Tijuca), pues a finales de junio, un tribunal federal falló a favor del Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad -que administra el citado parque- en un caso relacionado con los puestos comerciales de las escaleras que llevan al Cristo Redentor. Actualmente hay un proyecto de ley en trámite en el Senado del país para resolver el tema reservando una pequeña zona del parque para la gestión exclusiva de la Arquidiócesis y está última respondió con firmeza que el monumento, la meseta y la capilla que se encuentra debajo siguen siendo propiedad de la Iglesia. “El pueblo brasileño debe tener la certeza de que Cristo Redentor es sagrado”, ha afirmado el padre Omar Raposo, rector del santuario, quien subrayó que la Iglesia es la única autoridad legítima sobre su uso y preservación.

Al otro lado del océano Atlántico, la persecución religiosa se puede ver en Oriente Medio, por ejemplo en Gaza. Monjas y sacerdotes cristianos (tanto católicos como ortodoxos), así como miembros de la jerarquía de ambos, han rechazado la orden de expulsión de Israel. 

En Pakistán, los presos cristianos e hindúes sufren abusos y discriminación relacionados o agravados por su fe no musulmana, como ha denunciado el informe ‘Esperanza tras las rejas’ de la Comisión Nacional para la Justicia y la Paz (NCJP), la cual depende de la Conferencia Episcopal del país. En el informe enviado a la Agencia Fides, se apunta que “los presos pertenecientes a confesiones minoritarias se vuelven vulnerables debido a la discriminación religiosa en el sistema penitenciario” en un país que tiene 128 cárceles con una capacidad de 60.000 internos, pero hay datos fiables de cuántos son no musulmanes. La NCJP ha expresado su profunda preocupación por el trato que reciben los presos pertenecientes a minorías religiosas en las instituciones penitenciarias, sobre todo, el trato inhumano que reciben los reclusos cristianos.

Y en África, la persecución religiosa continúa aumentando. Por ejemplo, en Mozambique, donde en las últimas semanas ha crecido la inestabilidad en la provincia de Cabo Delgado por varios motivos, como recoge Fides. De hecho, yihadistas de la Provincia Mozambiqueña del Estado Islámico han atacado ocho distritos de la citada provincia, asaltando aldeas, enfrentándose a las fuerzas militares mozambiqueñas y ruandesas, y estableciendo puestos de control a lo largo de las carreteras. Claro que al yihadismo se ha sumado otro problema: las reivindicaciones económicas y sociales de las comunidades locales sobre la explotación de recursos naturales (sobre todo, gas y piedras preciosas) y la presencia de fuerzas armadas extranjeras. Una situación compleja que tuvo presente el Papa León XIV en el Ángelus del domingo 24, expresando su “cercanía al pueblo de Cabo Delgado, víctima de una situación de inseguridad y violencia que sigue provocando muertos y desplazados”.