Orsted ha avisado sobre el impacto de las políticas de Donald Trump en materia energética y ha pasado a la acción. Ha anunciado que recortará 2.000 empleos (que suponen el 25% de su plantilla) en los próximos dos años para centrarse más en Europa, ¿tomará nota Iberdrola, que hasta ahora tiene EEUU como uno de sus principales destinos de inversión?
Orsted es una energética danesa, que es la mayor promotora mundial de eólica marina, y en los últimos años ha tenido que lidiar con la crisis en dicha energía y desde el pasado 20 de enero con la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Al presidente de EEUU, como saben, no le gustan las turbinas eólicas y al iniciar su segundo mandato suspendió los nuevos contratos de arrendamiento de eólica marina y hasta llegó a decir que era “la energía más cara, sólo funciona con enormes subsidios gubernamentales, que ya no pagaremos”. Meses más tarde, Trump dijo que los molinos de viento están “arruinando vuestros hermosos campos y valles y matando a vuestros pájaros, y si están metidos en el océano, arruinado vuestros océanos”.
Claro que Orsted ha vivido el hecho de que a Trump no le guste la eólica marina en primer plano, cuando el presidente de EEUU le suspendió el proyecto Revolution Wind, el cual estaba al 80% de construcción. Eso sí, hace unas semanas, un tribunal estadounidense dio una cautelar a la energética danesa y su socio para seguir construyendo dicho proyecto.
La cotización de Orsted ha perdido un 50% de su valor y aunque logró volver a beneficio en 2025, en el primer semestre de este año aún no ha acabado de remontar y se ha visto obligada a acometer una ampliación de capital de 8.000 millones ante las dificultades. Ahora anuncia el recorte de su plantilla en un 25%, pasando de 8.000 a 6.000 personas a finales de 2027, para centrarse más en Europa y porque “finalizaremos nuestra amplia cartera de construcción en los próximos años, por lo que necesitaremos menos empleados”, ha explicado su CEO, Rasmus Errboe. Además, la medida también obedece a la necesidad de mejorar la competitividad. Unos despidos que comenzarán en el cuarto trimestre de este año, con las primeras 500 salidas, 235 de ellas en Dinamarca.
Eso sí, Orsted seguirá apostando por mantener el liderazgo en la energía eólica marina y tratando de que se convierta en un elemento clave de la futura combinación energética y la transición ecológica de Europa. Claro que también apostará por mercados seleccionados de la región Asia Pacífico.