The Walt Disney Company acertó al renunciar al último meneo ideológico del progresismo (el woke), aunque lo hizo más por razones económicas que por principios. Así se refleja ahora en los resultados de su último año fiscal (octubre 2024 a 27 de septiembre de 2025), donde ha registrado una mejora de ingresos y ha duplicado su beneficio neto. De cara a su presente y futuro, quiere crecer en deportes y le faltan ideas en contenidos tanto en streaming como en cine dentro de un sector con una competencia muy elevada.

El gigante de ocio y entretenimiento ha bajado en bolsa un 7,75% al no haber alcanzado los ingresos que esperaban los analistas. Todo ello, a pesar de que la cifra ha crecido un 3,4%, a unos 81.113 millones de euros. Por negocios, el de entretenimiento -que incluye los canales de televisión, las plataformas de streaming (Disney+, Hulu y ESPN+) y las licencias- ha aportado 36.479 millones, un 3,1% más que en el anterior ejercicio fiscal; le sigue el de experiencias -que incluye los parques recreativos y los cruceros-, con 31.059 millones (+5,9%); y el de deportes, con 15.181 millones (+0,3%). Además, dentro del negocio de entretenimiento, cabe destacar que sus plataformas de streaming han mejorado en resultados y en suscriptores, pero ya no se informa sobre la evolución de estos últimos, algo que tampoco hace Netflix; ha descendido el negocio de televisión tradicional, como ha pasado en otras plataformas (por ejemplo, en Warner Bros. Discovery y Paramount Skydance); y también se ha movido a la baja su taquilla de cine ante la falta de grandes éxitos en sus estrenos.

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Los gastos han ascendido un 1,4%, a 69.231 millones. Por su parte, el beneficio neto se ha más que duplicado (+149,5%), situándose en 10.655 millones. Robert Iger, CEO de Disney, ha señalado que “ha sido otro año de grandes avances, en el que hemos fortalecido la empresa aprovechando el valor de nuestros activos creativos y de marca, y hemos seguido logrando avances importantes en nuestros negocios directos al consumidor (es decir, en streaming).

Para el presente ejercicio fiscal, Disney prevé que los ingresos del negocio de entretenimiento crezcan a doble dígito, mucho más que los de experiencias (7-9%) y deportes (1-3%). Por ello, quiere expandir su marca deportiva ESPN por Asia, justo en un momento en que hay muchas plataformas y fondos de inversión interesados en este tipo de contenidos en todo el mundo. Asimismo, quiere que Disney+ incluya juegos interactivos y los usuarios puedan crear su propio contenido con Inteligencia Artificial (IA). Pero también afronta una gran presión por mantener el ritmo de innovación y expansión en un entorno de gran competencia y le faltan ideas, como a otros gigantes audiovisuales, y la última muestra puede verse en que acaba de estrenar el tráiler de Toy Story 5, la quinta película de animación por ordenador de la famosa saga de juguetes que creó Pixar (empresa que años más tarde compró Disney) y donde ahora los protagonistas se encontrarán con la tecnología. Además, ha lanzado el primer tráiler de la película El diablo viste de Prada 2 y acaba de estrenar un nuevo filme de la saga Predator (Predator Badlands) en los cines con muy buenas cifras de taquilla. Eso sí, entre sus contenidos novedosos, está la docuserie sobre la última gira de la cantante Taylor Swift, denominada El fin de una era, y se acaba de conocer el último tráiler. 

A pesar de que ha anunciado un dividendo de 1,29 euros que se abonará en dos pagos de 0,64 euros y más recompras de acciones en el presente ejercicio fiscal, el mercado ha castigado notablemente que los ingresos no hayan cumplido las expectativas de los analistas.