Cepsa está inmersa en su transformación verde con su estrategia ‘Positive Motion’, y al mismo tiempo, se afana en ganar clientes digitales. A esto último responden precisamente algunos de sus recientes movimientos, como la compra de las gasolineras low cost Ballenoil y la nueva prórroga de los descuentos en carburantes hasta el próximo 15 de enero.

 

La petrolera, que es propiedad en un 61,5% del fondo soberano de Abu Dabi -Mubadala- y en un 38,5% del fondo de inversión estadounidense The Carlyle Group, tiene más de 3,1 millones de clientes en su programa de fidelización. Solo en el último año, ha ganado un 20% más de clientes, la aplicación de Cepsa Gow acumula más de un millón de descargas desde su lanzamiento el pasado abril, su programa de fidelización incluye la tarjeta Starressa (para transportistas y flotas). Los clientes digitales tienen el factor positivo de la fidelización, pero también la desventaja de lo fácil que es el cambio inmediato. En cifras, Cepsa se consolida en el segundo lugar, tras Repsol (que ya ha superado los 7 millones de clientes en su aplicación Waylet)… y en esto también influye el número de gasolineras que tienen: la primera alcanzará más de 1.720, si recibe la aprobación de las autoridades competentes a la compra de Ballenoil; y la segunda lidera con más de 3.300; por lo que sacan mucha ventaja a la británica BP (784), la portuguesa Galp (600) y la española Disa (588, entre las suyas propias y las que gestiona de la petrolera anglo-neerlandesa Shell en España).

El precio de la gasolina ha bajado un 0,93%, a 1,585 euros el litro, acumulando nueve descensos semanales y ya está por debajo del máximo que registró al empezar la guerra de Ucrania; y el del diésel ha caído un 1,20%, a 1,558 euros, sumando ocho semanas a la baja

Los descuentos que Cepsa ha vuelto a prorrogar son compatibles con los programas de ahorro que mantiene con Wizink y Carrefour, y también permiten acumular más de 300 euros en compras en otras compañías (Amazon, Booking, Europcar, Mediamarkt, Telepizza y Primor, entre ellas). No es la única petrolera que mantiene descuentos en carburantes y ofrece ventajas con su programa de fidelización, también lo hacen: Repsol, que fue la pionera al aprobar los primeros descuentos el 16 de marzo de 2022 cuando el barril de Brent (de referencia en Europa) estaba en 116 dólares, tras la invasión de Rusia y el inicio de la guerra en Ucrania, adelantándose al Gobierno y al resto de operadores; BP; Galp; y Disa.

Es cierto que el barril de Brent ya no supera los 100 dólares, sino que está en torno a los 79. Este es el principal motivo de que los carburantes ya no tengan precios tan elevados como en la primavera de 2022: el precio de la gasolina ha bajado un 0,93%, a 1,585 euros el litro, acumulando nueve descensos semanales y ya está por debajo del máximo que registró al empezar la guerra de Ucrania; y el del diésel ha caído un 1,20%, a 1,558 euros, sumando ocho semanas a la baja, según el Boletín Petrolero de la UE. Ambos carburantes siguen con precios inferiores a la media de UE, pero hay que tener en cuenta que la inflación sigue siendo alta, especialmente la subyacente en España

Su segundo accionista es Carlyle... desde 2019 y los fondos de inversión suelen tener un horizonte de inversión de unos cinco años, por lo que podría haber entrado ya en su tiempo de descuento

 

Cepsa, al igual que otras petroleras, se ha unido al giro verde, sin dejar el petróleo y el gas que aún seguirán siendo necesarios durante décadas. Un giro que se acentuó con la llegada de Maarten Wetselaar a la silla de CEO y el lanzamiento del nuevo plan estratégico  llamado ‘Positive Motion’, que tiene entre sus principales puntos la apuesta por las renovables, los biocombustibles y el hidrógeno verde. Así se ha reflejado, recientemente, en la ampliación a Málaga de la venta de combustible sostenible para aviación (SAF), a base de residuos orgánicos y que reduce emisiones hasta en un 90% respecto al queroseno; y ha completado los primeros 100 trayectos de transporte ferroviario español junto a Renfe y Maersk. Precisamente, relacionada con esta última, Cepsa ha aprovechado la COP28 para anunciar un plan con C2X (empresa independiente que tiene como accionista mayoritario a A.P. Moller Holding y como minoritario a A.P. Moller - Maersk) para el desarrollo de una planta de metanol verde (este se produce con hidrógeno verde y carbono de origen no fósil capturado de la atmósfera o generado con residuos agrícolas y forestales) en el puerto de Huelva para reducir emisiones de CO2 del transporte marítimo y algunas industrias. Es un nuevo paso en la alianza entre Cepsa, A.P. Moller, Maersk y el Gobierno acordada en noviembre de 2022, aunque por ahora, con más anuncios que inversiones: para la planta de metanol verde se espera que la decisión final de inversión, que supondría hasta 1000 millones de euros, se tome en 2025.

Dentro de este giro verde no se puede perder de vista que el abaramiento del petróleo y del gas se ha notado en los últimos resultados de las petroleras, y Cepsa no es la excepción, afectada también por el impuestazo energético español y la venta del negocio de Exploración y Producción en Abu Dabi. Tampoco hay que olvidar que su segundo accionista es Carlyle y que los fondos de inversión suelen tener un horizonte de inversión de unos cinco años, por lo que podría haber entrado ya en su tiempo de descuento, pues se conoció que quería entrar en Cepsa en abril de 2019 y se concretó la compra del 37% en octubre de ese año, participación que después creció ligeramente al 38,5%. Además, no se prevé salida a bolsa.