“Si morir es inevitable, morir mal no debería serlo”, así finalizaba Marc Antoni Broggi, médico cirujano y presidente del Comité de Bioética de Catalunya, una de las sesiones formativas de la coordinadora de eutanasia de Baleares, Marina Roig Orfila.

Más de un centenar de profesionales sanitarios del Área de Salud de Ibiza y Formentera han asistido a estas bellas e instructivas jornadas de formación y sensibilación, y sobre formación para la administración de fármacos según la ley orgánica de regulación de la eutanasia.

Según ha podido conocer el Diario de Ibiza: "En estas sesiones formativas se establecen un conjunto de recomendaciones que persiguen orientar a los profesionales sanitarios y a las administraciones sanitarias para garantizar la correcta puesta en práctica de esta Ley".

Como hemos visto hoy mismo en Hispanidad con el aborto, con la eutanasia se ha seguido la misma estrategia, poco a poco se ha ido configurando como derecho, hasta el punto de que sanitarios, que estudiaron para salvar vidas, se forman en cómo eutanasiar gente. A lo que hay que sumar que con la eutanasia siempre sucede lo mismo, se empieza aprobando sólo para casos muy excepcionales y en teoría sólo para aquellas personas que la soliciten, pero se termina aplicándola sin restricciones, a cualquier persona e incluso en contra de su voluntad, y de manera especial a los más débiles y vulnerables. Cuando la verdad es que, si hay alternativa, nadie quiere morir, ni que le maten.

Relacionado