Cristianos perseguidos en todo el mundo
Según un informe de la ONG Puertas Abiertas, publicado esta semana, más de 360 millones de cristianos, uno de cada siete, fueron «perseguidos y discriminados» de forma contundente debido a su fe en el mundo en 2022, informa la propia ONG Puertas Abiertas.
Esta ONG protestante publica cada año un «índice mundial» de la persecución de los cristianos, que recoge todos los atentados, que van desde la «opresión cotidiana discreta» hasta las «violencias más extremas».
Entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre de 2022, «más de 360 millones» de católicos, ortodoxos, protestantes (baptistas, evangélicos, pentecostales, etc), de 76 países fueron «fuertemente perseguidos en el mundo, es decir, uno de cada siete cristianos», afirmó Patrick Victor, director de Puertas Abiertas Francia, en una rueda de prensa esta semana.
Pero desde hace treinta años, «la persecución se ha extendido» con «76 países con fuerte persecución contra 40» identificados en el primer índice de la ONG en 1993, destacó Guillaume Guennec, responsable de la defensa jurídica.
Además, «la persecución se intensifica en los países afectados», añadió.
En 2022, un total de 5.621 cristianos fueron asesinados, en comparación con los 5.898 el año anterior.
En 2022, un total de 5.621 cristianos fueron asesinados, en comparación con los 5.898 el año anterior
La ONG ha contabilizado también «4.542 cristianos detenidos» frente a los 4.277 el año anterior, y «5.259 cristianos secuestrados», contra los 3.829 del año anterior.
El número total de iglesias cerradas, atacadas, destruidas asciende a 2.110, en disminución (5.110 en 2021).
Con todas las persecuciones, Corea del Norte pasó a ocupar el primer lugar en esta clasificación anual, superando a Afganistán. Siguen Somalia, luego Yemen, Eritrea, Libia, Nigeria, Pakistán, Irán, Afganistán y Sudán.
En Corea del Norte, una ley aprobada en 2020 establece que «ser cristiano o tener una Biblia es un delito grave castigado», detalla la ONG. «Muchas iglesias secretas han sido descubiertas, los cristianos arrestados y enviados a campos de prisioneros políticos o ejecutados», según Victor.
«El continente africano está marcado por un aumento del extremismo islámico», con 26 países con fuertes persecuciones contra siete en 1993.
Además, «los cristianos son a menudo víctimas del nacionalismo religioso o ideológico», añade la ONG, citando a China, desde 2017, o incluso a India, con una «explosión de violencia» contra los cristianos y los musulmanes desde 2014.
Por último, la organización lamenta el «éxodo cristiano» en Medio Oriente. «Las acciones del grupo Estado Islámico empujaron a los cristianos a huir de Irak y Siria».
Corea del Norte pasó a ocupar el primer lugar en esta clasificación anual, superando a Afganistán. Siguen Somalia, luego Yemen, Eritrea, Libia, Nigeria, Pakistán, Irán, Afganistán y Sudán
La novedad hispana de 2022 ha sido la consolidación de Nicaragua como régimen perseguidor de los cristianos, especialmente hostil contra la Iglesia católica, con el obispo de Matagalpa encarcelado y varios sacerdotes enjuiciados. Entra en la lista de países perseguidores en el número 50, acompañando a Venezuela (en el 64) y Cuba (en el 27), añade Religión en Libertad.
Cuba encarceló a varios líderes cristianos, sin juicio, por las manifestaciones pidiendo más libertad a inicios de 2022. Cuba implantó además el "matrimonio gay", y no se permitirá a los cristianos criticarlo, ni ninguna otra ley del Gobierno.
Colombia está en el lugar 22 de esta fea lista, porque aunque hay libertad religiosa, hay zonas enteras controladas por guerrillas que amenazan a comunidades cristianas. También hay pueblos indígenas hostiles a la evangelización y en zonas urbanas hay grupos agresivos que imponen a los cristianos autocensura para que no se expresen a favor de la vida, el matrimonio o la libertad religiosa.
México figura en el número 38 por la violencia de sus bandas criminales y cárteles, que ven a los líderes cristianos y sus comunidades fuertes como molestos contrapesos a sus poder. Además, Open Doors señala que aumenta la intolerancia contra los cristianos que hablan de temas sociales (defensa de la vida, la familia, etc...). México tiene un régimen laicista que multa a los clérigos que hablen en cualquier sentido del deber cristiano al votar.