Gana el mercado, dicen los papanatas liberales. Sin ir más lejos, el editorial del diario El Mundo correspondiente al viernes 28 de julio. ¿Mercado? ¿Qué mercado? El mercado europeo no existe, por lo que no puede ser ni libre ni cautivo, simplemente no es. ¿Puede acaso, Endesa, comprar Ruhrgas sin el permiso de Angela Merkel? Naturalmente que no. Y más sencillo. ¿Puede Endesa o cualquier otra empresa española vender electricidad a los ciudadanos de Munich, Francfort o Hamburgo? No. Entonces, ¿De qué mercado estamos hablando?

La respuesta es muy sencilla. Estamos hablando del mercado de la zorra en el gallinero, del pez grande que se come al chico. Si por liberalismo entendemos y es lo que deberíamos entender- igualdad de oportunidades de grandes y chicos, de personas y empresas, soy el primero en apuntarme pero éste no es el caso de la OPA de E.ON sobre Endesa. La OPA de E.ON sobre Endesa no es más que el comienzo del cuarto reich económico, con una Bruselas dominada por Berlín y París y que ha chantajeado no existe otro término- al Gobierno español para que los alemanes de E.ON una compañía totalmente artificial creada por el Gobierno alemán a golpe de silbato- absorba a la principal eléctrica española, mucho más rentable, mejor gestionada, mejor diversificada y con una electricidad más barata que la que ofrece E.ON en Alemania. En lo único que E.ON aventaja a Endesa es el tamaño : el pez grande que se come al chico.

De puertas adentro el asunto Endesa ha revelado la clase política que tenemos, el gran Zapatero que, de forma tan interesada como razonable, hablaba de campeones nacionales y tácitamente aludía al veto a E.ON, se ha mostrado ahora dócil como un corderito ante el chantaje de Bruselas y las presiones del cuarto reich es decir de la canciller Merkel. La actitud de la Comisión Europea y del Gobierno alemán en esta materia oscilan entre el precitado chantaje y la presión mafiosa a lo Vitto Corleone, y el mismo Zapatero tan feroz cuando se trata de presionar a los de dentro a la derecha política, a los católicos, a los periodistas poco dóciles o simplemente a los empresarios que no le gustan- esconde el rabo entre las piernas cuando el kaiser le exige tributo. Y para salvar la cara Zapatero, ahora Zapaterín echa sal en la herida y trocea la principal eléctrica española. En el entretanto, en la misma tesitura Monsieur Chirac el otro polo de la diarquía europea ha decidido que Suez seguirá siendo francesa por los siglos de los siglos, para evitar que se lo comiera la italiana Enel, ha ordenado la fusión de Suez con la pública Gaz de France, y la Comisión Europea no ha dicho ni pío.

Total que, el presidente del Gobierno Zapaterín, se ha convertido en la marioneta de Merkel y Chirac, todo un prohombre liberal dispuesto a destrozar en nombre del liberalismo el tejido industrial español. No olvidemos que si hay un sector en el que conviene tener empresas con gran capacidad inversora es el sector energético. Pero ante la sosería zapateril deberíamos encontrarnos, al menos, con una oposición responsable. Pues no, el papanatismo liberal anida en la izquierda y en la derecha con igual entusiasmo, el portavoz económico de Mariano Rajoy, el inefable Miguel Arias Cañete inventó la frase más estúpida de cuantas se han barajado desde que Gas Natural, el 5 de septiembre de 2005 lanzara su OPA sobre Endesa: Antes un alemán que un catalán. Después de esto los españoles tendríamos derecho a sospechar una o dos cosas, o que Arias Cañete trabaja para E.ON -como trabaja el ex canciller alemán Gerard Schröder- o que sufre delirios liberaloides. Cañete incluso ha advertido que las condiciones impuestas por la CNE a E.ON verdaderas fruslerías que sólo pueden molestar a la inconmesurable prepotencia germana- deben ser suprimidas. Es la España cainita, la de la izquierda y la de la derecha. Zapaterín, fuerte con los débiles y débil con los fuertes, se arruga ante Merkel mientras golpea a los españoles. El Partido Popular regala Endesa a los alemanes con tal de fastidiar a una empresa española por sus dos tremendo pecados: ser catalana y ser apoyada por el Gobierno socialista.

Dicho esto, y si al apartado económico nos ceñimos, ¿Cuál sería la mejor solución para España? ¿Qué ganara Gas Natural o que ganara E.ON? Lo deseable es que no ganaran ninguna de las dos opas y que Endesa se quedara como está. Y esto por la sencilla razón de que la OPA de Gas Natural conlleva el troceo de Endesa y porque la OPA de E.ON conlleva ese mismo troceo y además, transfiere a Düsseldorf, por no decir a Berlín decisiones estratégicas sobre la economía española.

Del cainismo español se aprovechan los no españoles como siempre.

Eulogio López