Sr. Director:

El Consejo Audiovisual Catalán (CAC) ha iniciado su acción de persecución a la COPE, la cadena de radiodifusión que se niega a guardar silencio ante gravísimos escándalos tales como el Carmelo, el 3%, y las donaciones de la Caixa al PSC y ERC.

Amenaza con cerrarle las emisoras ubicadas dentro de la región de Cataluña, hasta tanto no capitule y acepte guardar el silencio que el órgano catalán espera conseguir.

Si los ámbitos jurisdiccionales no prestan su inmediato amparo a la COPE la libertad de prensa en España habrá sido suprimida, convirtiendo en mera retórica el contenido del artículo 20 de nuestra Constitución aún vigente- que proclama el derecho a difundir libremente pensamientos, ideas y opiniones, y a comunicar y recibir libremente información.

Y añade, literalmente, nuestra Constitución que: Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial..

¿Es el CAC un tribunal de justicia? Evidentemente, no.

Para quien lo quiera ver, España está hoy realizando una nueva transición. Pero ahora desde la democracia establecida por la Constitución de 1.978 a otro tipo de régimen. ¿De qué clase? Pues, de aquella en que el gobierno puede censurar y cerrar los medios de comunicación. ¿Les suena de algo?

Ricardo Cuenca Martínez

rcm@mundo-r.com