Banco de España. El ministro de Economía quiere de gobernadora a Belén Romana y de subgobernador a Luis María Linde. Rajoy a Manuel Pizarro o a Fernando Bécker. Y como tercero en discordia: Elvira Rodríguez. Montoro propone a los dos consejeros actuales: Ángel Luis López Roa o María Quemada, sin olvidarse de José María Roldán, hombre de Rato. Y mientras, los inspectores braman contra Roland Berger y contra el Gobierno.

No le gustó a Mariano Rajoy que, durante su estancia en Chicago, su ministro de Economía, Luis de Guindos, asegurara que ya tenía en mente los nombres de los sucesores de Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) y de Javier Aríztegui como gobernador y subgobernador del Banco de España. Antes de aterrizar en Madrid ya le hizo llegar el mensaje de que el puesto de gobernador es demasiado importante, especialmente cuando MAFO ha dejado el prestigio del supervisor por los suelos, y que le corresponde al presidente del Gobierno, o sea, a él.

Tampoco le ha gustado que prometa rehabilitar el consenso con el PSOE que rompió Rodríguez Zapatero, consenso consistente en que el Gobierno nominaba al gobernador y el primer partido de la oposición al subgobernador.

En el entretanto, se ha abierto el concurso. De Guindos, el precipitado, opta por Belén Romana (en la imagen), colega de Luis de Guindos en el cuerpo de técnicos comerciales del Estado y ex directora general del Tesoro. Sería la primera mujer gobernadora y eso mola.

De subgobernador, se le daría a Rubalcaba a Luis María Linde, un tecno-socialista amigo del responsable de Economía.

Rajoy no está por la labor. Prefiere a Manuel Pizarro o a su amigo y compañero de colegio Fernando Bécker, ejecutivo en Iberdrola y ex presidente del ICO. Y si hablamos de mujeres, su candidata -que también lo es para la Presidencia de la CNMV- sería Elvira Rodríguez, una mujer de capacidad probada y que no levanta ruido en ninguno de los sectores del partido. Y si hay que ofrecerles un subgobernador a los socialistas que sea Miguel Martín, presidente de la patronal bancaria AEB.

Pero también Cristóbal Montoro propone a los suyos. De hecho, a los que el nombró como consejeros del Banco de España en representación del PP: Ángel Luis López Roa y José María Marín Quemada, dos catedráticos discretos.

Hombre de consenso sería José María Roldán, que no es ni de Guindos ni de Montoro ni de Rajoy, sino de Rodrigo Rato. Concuñado de Pizarro, Roldán es director general de supervisión del Banco de España, con experiencia en el Banco Central Europeo, mano derecha de Jaime Caruana (hoy en el BIS) y que cuenta con la confianza de los norteamericanos, que le enviaron al grupo internacional contra el blanqueo de dinero.

Claro que el problema no es el quién sino el cómo. MAFO ha hundido al Banco de España y la puntilla se la ha dado el Gobierno al nombrar dos evaluadores externos: los inspectores braman contra la consultora Roland Berger y al Banco de España sólo le quedan dos poderes: la inspección bancaria y el Servicio de Estudios. Tras el huracán MAFO los dos han quedado fuera de juego.

Eulogio López

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