La Plataforma por la Libertad de Enseñanza consiguió más de dos millones de firmas en defensa de la asignatura de religión. Rodríguez Zapatero ni tan siquiera les recibió. El Foro de la Familia consiguió más de las 500.000 firmas preceptivas (con profusa información cada uno de los firmantes). Es decir, puso en marcha una Iniciativa Legislativa Popular, mucho más reglada que la mera recogida de firmas.

Ahora bien, algo que la gente olvida es que Sus Señorías pueden despreciar olímpicamente una ILP. En el caso que nos ocupa, ni ZP recibió al Foro (más de 1 millón de manifestantes en las calles) ni la Mesa del Congreso admitió a trámite la petición. Por decirlo así, le pusieron al sello y a otra cosa. Los diputados suelen hablar de que las tendencias asamblearias (es decir, populares) son el cáncer de la democracia. Es lógico, les va el sueldo en ello, pero no tenemos por qué creerles.

La ida de Rajoy de que todos los españoles voten el Estatut (o al menos la conveniencia de promulgarlo) es buenísima. Fíjense si será buena que Rubalcaba salió inmediatamente insultando a Rajoy (cuando Rubalcaba cree que puede vencer argumenta, y lo hace muy bien, cuando se sabe acorralado simplemente insulta con sus famosos despectivos. Una ocurrencia ha dicho, para añadir luego : e inconstitucional.). En efecto, el vademécum de los separatismos vaco y catalán es el referéndum de autodeterminación. Ahora bien, ¿por qué no pueden votar todos los españoles en esa consulta popular? Cualquier español, haya nacido en la meseta, en Extremadura o en Galicia, puede considerar al País Vasco o a Cataluña como algo suyo, perteneciente al patrimonio común. Y no quiere que le quiten lo que es suyo.

Seguramente la ILP del PP no llegará a ningún sitio. Se discutirá en Pleno o en comisión y todos votarán contra ella. Pero, eso sí, hará que el primer partido de la oposición retome la iniciativa, es decir, la fuerza moral de ser más democrático que la izquierda: a nadie le gusta, y Rubalcaba lo sabe, ponerse en el papel de cerrar las puertas al pueblo al que se quiere consultar.

Hombre, para una vez que el PP adquiere fuerza moral, vamos a reconocérselo. Existen tan pocos precedentes al respecto.

Quizás por todo lo anterior, es posible que la ILP (impropia, por lo demás, de un partido político) se quede en simple recogida de firmas (como las de la asignatura de religión, no como la de la ILP en defensa de la familia natural) que apuntale una iniciativa parlamentaria del PP para convocar un referéndum sobre el Estatut. Y es totalmente probable que tal propuesta no sea aprobada por el Parlamento, donde el Gobierno y sus aliados disponen de todas las mayorías del mundo. Sin que sirva de precedente, y sin mucha confianza en que siente jurisprudencia. Esta vez Mariano Rajoy ha acertado de pleno. No conseguirá nada tangible, pero ha sembrado la idea de que en un proceso de secesión, deben decidir tanto los separatistas como los separados, tanto los que se segregan como aquello a los que se segrega una parte de sí. Es como la verdad oculta que los nacionalismos siempre tratan de ocultar.

Para que luego digan: en Hispanidad incluso sabemos encontrarle algo bueno al Partido Popular.

Eulogio López