Sr. Director:

En respuesta al debate que ha generado mi carta a Ramona Maneiro, me gustaría dejar claro varias cosas. Primero, que por que alguien al que quieres te pida que le asesines, no puedes aceptar entrar en el juego, aunque lo queramos justificar diciendo que quieres lo mejor para él. Un ejemplo, el padre con una hija anoréxica. ¿Le permite que no coma y muera, simplemente porque ese es su deseo? ¿No pondrá todos los medios necesarios para que se recupere y sea feliz?

Segundo, y aquí esta el quid de la cuestión. ¿Puso Ramona todos los medios a su alcance para que Ramón, en su situación (dramática, por supuesto), fuera un poco más feliz, se sintiera útil y necesario para los demás? ¿Por qué permitió Ramona que Ramón Sampedro no saliera de su habitación durante casi 30 años? ¿Con su "dejar hacer" no contribuyó a que Ramón cayera en una depresión brutal?

Miren, podríamos seguir haciéndonos un montón de preguntas sobre lo que "no hizo" Ramona por Ramón, al que tanto quería. Es verdad, que cualquier remedio cuesta esfuerzo, una lucha diaria en la que muchas veces no ves resultados y te desanimas.

Pero una cosa tenemos muy clara. Lo que sí que hizo Ramona es ponerle el veneno en el vaso y, además, grabar su muerte. Y además, forrarse con las entrevistas en los medios de comunicación. Si esto es amor, que Dios nos libre de los que no nos quieren.

Reme Falaguera

falaguera@cir.unica.edu