La palabra bombo suele utilizarse despectivamente para referirse a las mujeres embarazadas, una carga molesta a juicio de quienes emplean este término. El problema llega cuando con dinero público el Gobierno de España emplea un vocablo tan insultante para promocionar condones

Sr. Director:

Ante la campaña de promoción de preservativos, que hemos pagado todos los españoles a través del Ministerio de Sanidad, me gustaría dar mi opinión como mujer, como madre de cuatro adolescentes y como miembro del Foro Navarro de la Familia.

En una época de crisis como la que estamos padeciendo, me parece un verdadero escándalo que nos hagan contribuir a los ciudadanos a semejante tongo, con 2,2 millones de euros, en una iniciativa que se ha demostrado reiteradamente ineficaz.

Considero insultante utilizar términos como rollo y bombo para hablar de amor y maternidad y creo que además es humillante para las mujeres el tono que impregna toda la campaña.

Siento que desde las políticas de igualdad, que tantos dineros nos cuestan a los contribuyentes, no haya habido una sola critica a tamaño desatino. Las mujeres, las madres, no tenemos bombos, ni siquiera la madre del señor Soria, lo que tenemos son hijos a los que queremos y a los que procuramos educar con respeto y libertad, también en materia sexual, para que sean ciudadanos responsables de sus actos.

Esta campaña debe retirarse y con el dinero, que parece le sobra al Ministerio de Sanidad, podremos ayudar a muchas familias a atender a sus hijos para que en el futuro no sean tan toscos como los que han dirigido y se han lucrado con semejante bodrio.

Pilar Pérez Rodríguez

rodriperezpilar@gmail.com