Hay que recordar con vergüenza, aquellas campañas de colegas míos, arquitectos, autores de aquel disparate de las plazas duras entre otros, contra la continuación de la obra de la Sagrada Familia, porque, decían, que la continuación no era obra del mismo autor.

 

Lo hacían porque era y es una obra religiosa. Y olvidaban que en todas las catedrales de Europa, por su duración, siempre intervinieron diversos equipos de artistas.

Pedro Peña Pérez