Sr. Director:

A pesar de no ser coronel, él si tiene quien le escriba. Un premio Nobel debe ofrecer, entre otras cosas, multitud de nuevas amistades. Pero la responsabilidad y el perfeccionismo pesan más en los escritos, cada vez por más amenazados la crítica literaria.

Quizás, tras conocer a esas putas tristes se haya secado su pluma, después de muchos años de escribir sin descanso. Ha confesado que durante el pasado año no escribió una sola línea, un año de soledad para sus lectores.

Esperemos que el folio en blanco no le secuestre durante los próximos noventa y nueve años. Ojalá en breve vuelva Gabriel García Márquez, y nos deleite con sus historias con su cercanía.

Eduardo Cassano

ecf79@hotmail.com