El Escándalo Marbella persigue a más de un prohombre de la política y la economía. Persigue, por ejemplo, al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, dada su amistad con Montserrat Corulla, la larga mano del presunto cerebro de la trama, José Antonio Roca. No es que Gallardón haya recibido dinero de la trama, pero por Madrid hay mucho chantajista que exhibe cintas con conversaciones telefónicas de Gallardón con tan curiosa señora.

Otro que en principio pasaba por allí es el empresario Manuel Jove. Todo porque Jove se hizo con el control de la urbanización Guadalmina, una de las más importantes de Marbella.

Y es que al rebufo de los escándalos cualquier connotación puede ser peligrosa por muy inocente que seas. Pero Gallardón ha sido más práctico, ha hablado con el lobby de editores, entre ellos su amigo Polanco, el más poderoso de todos, para que mantengan silencio sobre la cuestión. Y por el momento le ha funcionado.