Sr. Director: 

Familia Numerosa, ese es mi caso, además no se tiene en cuenta las fuentes de energía que tiene un hogar, y por tanto el consumo energético global de la vivienda.

Si una familia ecológica ha decidido (merced a las campañas de ahorro, contaminación atmosférica en la ciudad y eficiencia energética), que su única fuente de energía sea la electricidad, lógicamente podía parecer una derrochadora de energía eléctrica, pero no se tiene en cuenta que otra familia que tiene dos vías de consumo de energía, gas y electricidad se le estaría subvencionando el consumo y posiblemente derrochara más energía que la anterior, además de la contaminación atmosférica de las calderas en la ciudad. Por tanto en el lío que están montando los ineptos responsables de los Ministerios de Industria y Medio Ambiente, si de verdad pretenden lograr índices buenos de ahorro energético y de contaminación atmosférica en la ciudad, deberían (aunque sólo el control de esto cuesta más que lo ahorrado):

1º.- Determinar los habitantes de cada domicilio y localización del inmueble (no es lo mismo el microclima de una ciudad del norte que el de una vivienda aislada en Lucena) y elaborar una tabla de consumos energéticos por habitante y emplazamiento (viva la burocracia y el control).

2º.-Que se elabore un reglamento mediante el cual se tengan controladas las fuentes de energía (butano, gas, electricidad, carbón, gasoil, cáscara da almendras y otros subproductos inflamables, etc.) de cada hogar del país, y se controle el consumo global de energía y de esta manera, penalizar a los poco eficientes y derrochadores. No se ha tenido en cuenta que puede ser que en un hogar de dos personas y con calefacción de gasoil y el resto electricidad derroche más y contamine más que un hogar totalmente eléctrico (solar, eólica, hidráulica, etc)

Patricio Orenes López

porenes@teleline.es