El presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, se ha propuesto llegar a las elecciones de 2012 como el pacificador de Euskadi. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, marca los tiempos. No se puede volver a repetir la negociación de la primera legislatura que terminó con el asesinato de dos ecuatorianos en Barajas.
Tras el anuncio de tregua, la respuesta de que abandonen las armas y detención de los proetarras de Ekin.
La banda respondió el pasado fin de semana pidiendo la internacionalización del conflicto: el Gobierno lo rechaza de momento, pero lo aceptará más tarde. Al mismo tiempo, se trata de permitir a los proetarras alguna válvula de escape para estar presente en los ayuntamientos vascos en las elecciones de 2011. Luego, intercalada con nuevas detenciones, vendrá el contacto directo que, por lo demás, nunca se han dejado al lado.
Todo un paripé para un final acordado de la violencia con la banda y su incorporación a la vida política.
Eulogio López
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