Con ocasión del Día de la Hispanidad Pocas veces un embajador hace un discurso emocionante. Casi siempre el tono es protocolario, burocrático, diplomático. Pero esta vez el embajador de España en Bosnia-Herzegovina habló desde el corazón. Con la pasión del agradecimiento de un español a la labor desarrollada por las FFAA en las misiones internacionales que comenzaron en los años 80. Pero no sólo: recordando también el buen hacer histórico de unos militares que siempre han dejado el pabellón nacional bien alto. Algo de lo que podemos presumir con orgullo. Vale la pena leer el discurso.