Por cierto, las campañas electorales representan un chollo para los partidos a costa de las empresas periodísticas. A ver: para seguir la campaña electoral de Rodríguez Zapatero, cada medio paga por su periodista 12.00 euros, más IVA. A cambio, el Partido le tramita hoteles (4 y 5 estrellas, naturalmente, que estamos hablando de una democracia), además de los billetes de avión y traslado en autobús hasta los mítines).

El Partido Popular, para seguir a Mariano Rajoy, exige 10.800 euros, que es menos, pero es mucho. Sólo Izquierda Unida se conforma con algo más de 1.800 euros.

A todo esto, los dos grandes líderes, Zapatero y Rajoy, se desplazan en aviones distintos a los de los periodistas, y si lo hacen en el mismo ocupan la clase preferente, más que nada, se comprende, para no mezclarse con la chusma más de lo estrictamente necesario.

Estamos hablando de un país de poco más de 504.000 kilómetros cuadrados. Esto no es Estados Unidos, México, Brasil o la Argentina. Atrás quedan aquellos viajes en autobús del PSOE, que tenía grandes ventajas respecto al avión. Por ejemplo, el de presentarse en poblaciones mucho más pequeñas de las que ahora sirven como escenario para las cámaras de televisión, además de que el roce entre candidato y periodista sea mucho más cercano.

En cualquier caso, un negocio para los partidos, siempre necesitados de recaudar fondos con los que "NO" pagar sus créditos bancarios.  

Dentro de poco, empezarán a cobrar las ruedas de prensa en la calle Génova y en la calle Ferraz.