Una de las soluciones a la deflación es subir los salarios, como el SMI

 

Según el indicador adelantado de precios publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) se ha quedado en diciembre en el 2,4% de tasa interanual, cinco décimas menos que en noviembre. Así, la tasa anual del IPC marca su valor más bajo desde noviembre de 2010, cuando la inflación se situó en el 2,3%.
Al parecer, según el organismo, esta bajada en los precios se debe, principalmente, al abaratamiento de los precios de carburantes y lubricantes y al mantenimiento de los precios del tabaco, frente al repunte que experimentaron en diciembre del año pasado.
Así, corremos el peligro de entrar en deflación: esa situación que se da cuando se produce una bajada generalizada y prolongada (como mínimo, de dos semestres según el FMI) del nivel de precios de bienes y servicios y que suele responder a una caída en la demanda.
En ese caso, se puede caer en un círculo vicioso por el que los comerciantes bajen sus precios todavía más para intentar vender algo, mientras que los consumidores no consuman porque esperan que bajen todavía más o por miedo a la situación económica. En la inflación, sin embargo, los consumidores prefieren comprar antes, por si luego suben los precios.
Solución: subir los salarios.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com