La madre de una amiga mía de la infancia, esposa de un taxista, afirmaba que este oficio era uno de los más peligrosos puesto que el conductor nunca sabía a quién tenía a sus espaldas. Sin duda, si llega a contemplar esta película, dirá aquello de: ¿Veis cómo tenía razón?

Porque Collateral narra cómo un eficiente taxista recoge, en una de sus rondas por la ciudad de Los Ángeles, a un frío asesino a sueldo que lo convierte, por una sola noche, en su conductor particular mientras "despacha" a todo aquel que aparece en su lista negra.

    Lo interesante de este relato cinematográfico es que ha sido dirigido por Michael Mann (Heat, El dilema), un realizador con talento, que ha logrado un  estupendo film de acción en el que también tiene su importancia el diálogo. Prácticamente, toda la acción de la película reposa en la actuación de la pareja protagonista, que ha sido cuidadosamente elegida. Tom Cruise demuestra su valía como actor en el papel de malvado, mientras que Jamie Foxx resulta más que convincente en la piel del taxista Max.

    Aunque la película cuenta con secuencias logradas, les aconsejo que reparen en la que se desarrolla en el club de jazz. La anécdota de la película es la pequeña intervención del actor español Javier Bardem, encarnando a un mafioso llamado Félix.

    Si son de los que van al cine a pasar un rato trepidante, apunten en su agenda Collateral. No les defraudará.