• El gran problema de Brasil es estancamiento económico y a eso se une una inflación fuera de control.
  • Desde instancias como las agencias de calificación de riesgos -Moody's- se le exigen reformas estructurales.
  • Rousseff mencionó cambios en en el sistema tributario de Brasil, pero no dio más detalles de sus planes.  
Como informamos, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (en la imagen), fue reelegida este domingo para un segundo mandato de cuatro años en unos reñidos comicios. Según los resultados oficiales difundidos por las agencias, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) se impuso con alrededor del 51,64% de los votos al opositor Aècio Neves, candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, que logró el 48,36%.

Uno de sus principales retos va a ser la recuperación económica del país. Rousseff se enfrenta a una economía estancada agobiada por una alta inflación y cuentas fiscales que se están deteriorando. Y desde instancias como las agencias de calificación de riesgos -léase Moody's- se le exigen reformas económicas.

Pero Rousseff se lo toma con optimismo. De hecho, acaba de decir que la economía de Brasil se recuperará en su segundo mandato y evitará una rebaja de su calificación crediticia: "Brasil está atravesando una situación que aún es difícil, pero nosotros podemos superar esto si nos unimos todos con el objetivo claro de restaurar el crecimiento económico", recoge Reuters

Rousseff mencionó reformas en el sistema tributario de Brasil, pero no dio más detalles de sus planes y rehusó discutir quién podría ser su próximo ministro de Hacienda.

La recién reelegida presidenta también ha reiterado su oferta de sentarse a negociar con los líderes empresariales para escuchar sus opiniones sobre el estado de la economía y discutir cambios en la política.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com