El BBVA de Francisco González ya casi es tan importante en México como en España. Y FG tiembla cuando mira las encuestas empate técnico- entre Andrés Manuel López Obrador, del PRD y Felipe Calderón, del PAN. Lo mismo le ocurre a Iberdrola, con importantes inversiones en el país norteamericano. Pero el que más tiembla es Repsol YPF, sobre todo porque tiene en su capital a Pemex, la petrolera pública mexicana, propietaria del 4,8% del capital de Repsol YPF.

Y es que, tras el triunfo de Alan García en Perú, frente a Ollanta Humala, las empresas españolas con inversiones en la zona esperan que el populismo indigenista quede reducido a Venezuela y Bolivia, a Chávez y Morales. Pero, para eso, tiene que ganar Calderón.