Advierten que el Gobierno pretende hacer de ellos chivos expiatorios

 

Es la versión de los controladores aéreos. Argumentan que el Gobierno no tiene verdadero voluntad de negociar y que lo que pretenden es responsabilizar a los controladores del caos que se pueda producir. Así que advierten que el único responsable del eventual caos será AENA y se reafirman en el convenio vigente, firmado legalmente.
Los controladores estarían dispuestos a rebajar las horas extraordinarias, rebajando sustancialmente sus actuales remuneraciones. Para ello haría falta contratar a más controladores bien reciclando a los actuales militares o bien trayéndolos de fuera de España. Eso sí, exigiría un cierto training de unos meses.

Desde AENA consideran que el problema es que los controladores hacen horas extras porque están mal organizados y son ineficientes. Quieren recuperar la gestión interna de los turnos de trabajo para incrementar la productividad. Los controladores responden que el problema de la productividad es que en los aeropuertos pequeños no hay tráfico suficiente. Y es aquí donde centran la mala gestión de AENA que en su opinión, pretenden endosarles a ellos.
Sea como sea, la situación se complica. Blanco ha colocado en el asunto de los controladores aéreos todo su peso político. Y ahora le toca resolver. Y no lo tiene fácil. Por la llave de los controladores está el turismo de España, la vaca lechera de nuestra economía. Si falla en su órdago a la grande, si no lleva cartas, su credibilidad caerá más enteros todavía.