Las horas en los hospitales siempre se hacen largas y no digamos si en vez de horas son días, semanas o incluso meses, bien lo saben los que tienen que pasarlos ingresados. Una situación que no entiende de edades y que distintas iniciativas de algunas asociaciones sin ánimo de lucro, como Música en Vena, Juegaterapia o Pequeños Héroes, tratan de hacer más llevadera, contribuyendo así a mejorar la salud de los pacientes y su estancia hospitalaria.

Empecemos por la música que, como dice la expresión popular, amansa las fieras. Esta tiene su origen en la leyenda de Orfeo, un poeta y músico griego que con su canto y forma de tocar la lira aplacaba a las fieras más salvajes. Una expresión que, con el paso del tiempo, se ha usado para aludir a la capacidad tranquilizadora de la música y no sólo para los seres humanos: hace unos años, unos científicos de las universidades de Wisconsin-Madison y de Maryland, en EEUU, diseñaron un tipo de música interesante y relajante para los gatos.

musicoterapia música en vena

La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo, decía el filósofo griego Platón. Por su parte, la cantante y compositora de jazz estadounidense Melody Gardot considera que la música puede “curar el alma y el cuerpo”, y lo dice con conocimiento de causa: empezó a componer tras sufrir un grave accidente de tráfico (fue atropellada por un coche cuando iba en bicicleta) a los 19 años, del que aún tiene secuelas, un inicio de carrera artística que fue motivado por su médico.

La cantante y compositora de jazz Melody Gardot considera que la música puede “curar el alma y el cuerpo”, y lo dice con conocimiento de causa: empezó a componer tras sufrir un grave accidente de tráfico

A estas afirmaciones se puede añadir la de que la música cura, el lema de la asociación sin ánimo de lucro Música en Vena, la cual se dedica a transformar en alivio el sufrimiento de las personas en los hospitales a través de la música en directo desde el año 2012. Esta asociación fue fundada por Virginia Castelló, tras la muerte de su mejor amiga, Marianela García de Cubas, y considera que “la vida no tiene sentido sin la belleza de la música”.

Actualmente, Música en Vena trabaja en más de 20 hospitales de la Comunidad de Madrid y de Cataluña, gracias a los convenios suscritos con el Servicio Madrileño de Salud y el Instituto Catalán de la Salud y el Instituto Catalán de Oncología, respectivamente. Hasta ahora, ha celebrado más de 2.200 micro-conciertos en planta, hospital de día y auditorios de hospitales, los cuales han sido realizados por más de 6.000 músicos voluntarios de distintos géneros musicales (jazz, clásica, folk, pop, flamenco, etc.), beneficiando a más de 44.000 pacientes.

música en vena

Como señalan en su página web, Música en Vena tiene la vocación de “contribuir a mejorar la sociedad a través de la música: impulsar su función como herramienta de acción social, crear nuevas audiencias, nuevos espacios y circuitos, así como generar oportunidades de actividad y futuro empleo para los músicos”. En concreto, su actividad está orientada a humanizar los entornos sanitarios, influyendo en los pacientes, familiares, personal sanitario, protocolos médicos y políticas sanitarias, así como en otros ámbitos (educación, investigación, generación de empleo, voluntariado) a través de la música y el arte con fines terapéuticos. Todo ello, con valores como el compromiso, la solidaridad, la humanidad, la excelencia, la lealtad, la empatía, la transparencia y la profesionalidad por bandera.

El ‘Proyecto Músicos Internos Residentes de Música en Vena’ es un estudio clínico que investiga los efectos terapéuticos de la música en directo: mejora la salud de los pacientes, fomenta la investigación y genera empleo a jóvenes músicos

La asociación trata de buscar la humanización de las estancias hospitalarias con programas pioneros usando música en directo, gracias a convenios con instituciones sanitarias, científicas, universitarias y musicales. Entre sus iniciativas, está el ‘Proyecto Músicos Internos Residentes de Música en Vena’: un estudio clínico que investiga los efectos terapéuticos de la música en directo, la cual contribuye a un triple impacto social (mejora la salud de los pacientes, fomenta la investigación y genera empleo a jóvenes músicos). A este proyecto se suman: música en directo a demanda, micro-conciertos, conciertos en gran formato en salones de actos de los hospitales, curación de pianos (se restauran y les dan una segunda vida en un hospital), aprendizaje servicio (se aprende una canción y se usa como herramienta para el bienestar de pacientes y familiares con charlas de sensibilización y talleres musicales en escuelas, institutos y universidades), el ‘Programa Donantes de Música’ para programadores de música y el programa de voluntariado para empresas.

El Jardin de la Paz Juegaterapia

Ahora vamos con la música a otra parte, en concreto, al juego: Juegaterapia nació en la primavera de 2010, cuando su fundadora, Mónica Esteban, le dio una Play Station a un niño que recibía quimioterapia en el hospital y vio cómo se animaba y afrontaba la enfermedad con una sonrisa. Desde ese momento, esta Fundación ha comprobado los beneficios que el juego tiene en los niños hospitalizados a través de los videojuegos, las tablets o los jardines, haciendo que se olviden de donde están al menos durante algunos momentos.

El juego se convierte en parte de la terapia. Cada día la Fundación recibe consolas, tablets y videojuegos de empresas y particulares, que después dona a las áreas pediátricas de distintos hospitales

El juego se convierte en parte de la terapia. Cada día la Fundación recibe consolas, tablets y videojuegos de empresas y particulares, que después dona a las áreas pediátricas de distintos hospitales, y cada equipo lleva una etiqueta con los datos del donante para que el niño pueda mandarle un mensaje de agradecimiento. Entre los ayudantes y socios de Juegaterapia está la empresa de transporte urgente y mensajería Envialia, que posibilita que las consolas y juegos lleguen gratis desde cualquier punto de España. Además, las azoteas de varios hospitales (el de La Paz o el 12 de Octubre de Madrid o el de La Fe de Valencia, entre otros) se han convertido en preciosos espacios denominados jardines para que los niños ingresados puedan jugar bajo los rayos del sol.

Pero sus proyectos no acaban ahí. Juegaterapia también les lleva el cine al hospital transformando estancias en auténticas salas de cine con pantalla grande, butacas y palomitas. Para evitar que decaiga el ánimo de los niños sometidos a largos periodos de aislamiento, transforman habitaciones en Estaciones Lunares con grandes avances tecnológicos para que cada día sea un viaje a las estrellas. Algunos pasillos y un TAC del Hospital Niño Jesús se han convertido en el parque del Retiro, llenándose de árboles, pájaros, mariposas y magia; y hay un ala para los adolescentes. También está la Unidad del Color en el Hospital Gregorio Marañón para que los niños viajen a través de la realidad virtual en 3D mientras les hacen pequeñas pruebas médicas que les causan miedo y dolor. O el aula pediátrica denominada ‘Aula de las Emociones’ del Hospital de León o la sala de descanso de oncología pediátrica del Hospital Reina Sofía, que se ha convertido en un ‘Salón de los héroes’ donde los niños y adolescentes pueden evadirse y transformarse en sus personajes de cómic preferidos.

juegaterapia babypelones

Se puede colaborar con Juegaterapia de muchas maneras, aunque quizá una de las más conocidas sea con los muñecos Baby Pelones, diseñados por personajes famosos (Alejandro Sanz, David Bisbal, Richard Gere, Laura Pausini, entre otros). También está el Balón Pelón, una nueva aventura solidaria de la mano de los futbolistas Luka Modric, Luis Suárez, Joaquín Sánchez o Saúl Ñiguez, emparejados con grandes goleadores como María, Jorge, Albert, Pablo, Elsa y Miguel Ángel. Además, se pueden adquirir los Jappy Kit, que incluyen una consola o tablet; hacer donativos, enviar consolas, realizar eventos solidarios y acciones con colegios o voluntariado.

Juegaterapia presentó el documental 'La quimio jugando se pasa volando', basado en un estudio científico pionero que revelaba que el uso de videojuegos favorece la curación de los niños enfermos de cáncer

Hace poco más de un año, Juegaterapia presentó el documental La quimio jugando se pasa volando, basado en un estudio científico pionero que ha realizado con el Hospital La Paz de Madrid, el cual se publicó en la revista ‘Journal of Medical Internet Research’ y revelaba que el uso de videojuegos favorece la curación de los niños enfermos de cáncer. En concreto, la de los pacientes con mucositis post-quimioterapia, una de las consecuencias más dolorosas del tratamiento que no les permite ni tragar saliva, porque el consumo diario de morfina disminuyó un 20%; el tono parasimpático, el cual favorece la recuperación fisiológica, aumentó un 14%; y el dolor se alivió en un 14%. De esta forma, el estudio reveló el efecto beneficioso de los videojuegos en el manejo del dolor agudo y se sugirió que pudieran incluirse como analgésicos no farmacológicos. Otro aspecto positivo de los videojuegos después de que desde hace tiempo se demostró la mejora de los pacientes pediátricos desde el punto de vista psicológico, pues reducen la ansiedad que les provoca la hospitalización.

Club Exploradores PlayStation

El pasado febrero, Sony Interactive Entertainment España anunció la creación del Club de Exploradores PlayStation. Se trata de una iniciativa a favor de Juegaterapia con la que los jóvenes diagnosticados de cáncer podrán soñar, explorar y evadirse en el hospital gracias a salas temáticas, que cuenta con el apoyo de personajes relevantes y amigos de la marca PlayStation: La Oreja de Van Gogh, Rafa Nadal, Carolina Marín, Jorge Resurrección ‘Koke’ o Ibai Llanos, entre otros, que también han donado objetos de alto valor sentimental para su sorteo. Un Club que se enmarca dentro de Compromiso PlayStation, el área social con el que la compañía trabaja para mejorar la vida de las personas, sobre todo, las más jóvenes a través de los videojuegos.

Club de Exploradores PlayStation es una iniciativa a favor de Juegaterapia con la que los jóvenes diagnosticados de cáncer podrán soñar, explorar y evadirse en el hospital gracias a salas temáticas

También está el proyecto ‘Pequeños Héroes’, impulsado por un grupo de animadores voluntarios de dos centros juveniles salesianos (Pizarrales y María Auxiliadora) para humanizar los espacios de la planta de pediatría del Hospital Clínico de Salamanca. A finales de 2018, estos jóvenes veían que les faltaba algo y que su vocación (desarrollar, proteger y educar a niños, adolescentes y jóvenes) les pedía más, por lo que empezaron a buscar un proyecto y tras ver distintas asociaciones de Salamanca que ayudan a la infancia, se interesaron por la planta de pediatría del hospital e iniciaron los contactos en el verano de 2019. Al final, lanzaron oficialmente el proyecto en enero del año pasado: “Queremos que el hospital se convierta de verdad en un segundo hogar temporal” y que “no se trata sólo de pintar paredes con colores sino de crear espacios desde la perspectiva de un niño, alegres, dinámicos y con libertad”.

Pequeños Héroes

‘Pequeños Héroes’ ya ha cumplido su primer aniversario y recibe el apoyo de la Fundación Juan Soñador, una iniciativa social de la Familia Salesiana que le ofrece un lugar dentro del marco jurídico, garantizando que las donaciones sean seguras y vayan íntegramente al proyecto. Y ya ha hecho realidad la humanización de la sala de juegos de la planta de pediatría del Hospital Clínico de Salamanca, gracias a la recaudación de fondos para ‘Pequeños Héroes’ a través de distintas actividades -la XXVII Edición de la Carrera Popular Don Bosco celebrada en enero de 2020, un concurso fotográfico, mascarillas, merchandising (pulseras, bolis, etc.)- y donaciones.