“Tenemos que ser conscientes de que, el conocimiento individual, es limitado. Es muy importante pedir ayuda a tu entorno, a gente que tenga tus mismos valores, que crea en tu proyecto y que te quiere ayudar”. Es lo que nos cuenta Guillermo Martínez, un inventor que ya a los cinco años se definía así, como un inventor, hasta que se hizo mayor y se dio cuenta de que tenía que inventar precisamente para ayudar a los demás.

Así nació Ayúdame3D, una entidad de referencia mundial en investigación, desarrollo y distribución de dispositivos de ayuda fabricados mediante impresión 3D. Un proyecto con el que se llega a más de 150 personas cada año y que está presente en más de 50 países.

Fue en un viaje a Kenia lo que le hizo comprobar a Guillermo que, con sus conocimientos en impresión 3D, podría ayudar a muchas personas que habían sufrido la mutilación de un brazo. “En ese momento desarrollé mi primer brazo para gente sin codo”.

Para Ayúdame3D la tecnología debe tener como base la empatía 

Guillermo narra su experiencia en Mejor Conectados, plataforma de contenidos de Telefónica, en la que se retrata a la perfección la idea de que “cuando conectamos, somos capaces de hacer cosas increíbles”.

 

El objetivo de Mejor Conectados no es otro que poner en valor el poder de las conexiones humanas: “Queremos hacer nuestro mundo más humano conectando la vida de las personas”, afirma José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica.

Ecosistema de muchos agentes

Y conectar la vida de las personas hizo posible que, lo que empezó con cinco prótesis en el Valle del Rift, terminó siendo un proyecto con mayúsculas: Ayúdame3D. Gracias al empleo de la tecnología de una manera solidaria, hoy puede ofrecer estos dispositivos, fabricados de forma colaborativa a través de comunidades makers de propietarios de impresoras 3D, a cualquier persona del mundo.

Ayúdame3D es un ecosistema de muchos agentes, personas y entidades, con una función específica para cada una “porque, cuenta Guillermo Martínez, “cuando al principio empecé a recibir muchas solicitudes, no podía atenderlas yo solo y decidí pedir ayuda”.

Conectar la vida de las personas hizo posible que lo empezó en el Valle del Rift, terminó siendo un proyecto con mayúsculas

Y así se puso en marcha una red de colaboración en la que personas responsables con experiencia en impresión 3D desarrollan estos dispositivos, estas prótesis como el primer brazo para personas sin codo que les ha cambiado la vida porque les permite agarrar objetos de una manera segura.

Hablamos de una revolución que ha conseguido mejorar la empleabilidad, escolarización y calidad de vida de personas de todas las edades y de cualquier rincón del mundo. Una segunda oportunidad para aquellos que no podrían acceder a determinadas prótesis de brazo por su elevado precio. Así, ya no tienen que depender de su entorno y se les abre un amplio abanico de posibilidades al ser más autónomas y poder valerse por sí mismas.

Guillermo Martínez insiste en la necesidad de pedir ayuda. “Si no lo haces, te estancas. Tenemos que ser conscientes de que el conocimiento humano llega hasta cierto punto” y…pedir ayuda, estar conectado con tu entorno te enriquece en todos los sentidos.

Guillermo

 

Se trata de un concepto fundamental en el que se ha apoyado Guillermo para conseguir solucionar problemas que facilitan la vida a personas vulnerables de los cinco continentes. Y para hacerlo, el colectivo impulsado por este ‘inventor’ fomenta el valor social de la tecnología. “Para Ayúdame3D”, señala, “la tecnología debe tener como base la empatía para poner en el centro los problemas de la gente y su solución”.

Ayúdame3D es un ecosistema de agentes, personas y entidades, con una función específica para cada una 

Cooperación global

Formado por voluntarios, que tienen como eje poner en común el conocimiento, el proyecto también coopera con entidades de manera global y lleva sus valores y misión a colectivos en centros educativos y sociales. De esta manera muestra a los más pequeños el gran impacto que tiene la impresión 3D y las nuevas tecnologías en la vida de personas que pensaban que su problema no tenía solución; además de demostrarles que se puede ayudar fácilmente, aunque haya miles de kilómetros de distancia.

Impresión 3D y medioambiente

Pero Ayúdame3D es mucho más que impresoras que fabrican prótesis de brazos. Dentro de su actividad social también forma a voluntarios en diferentes países para buscar personas, tomar medidas, recibir dispositivos y mantener un seguimiento a largo plazo. Esto facilita que se creen más tipos de ayudas y colaboraciones que permiten que cada vez más gente, con casos diferentes entre sí, pueda ser ayudada.

Pero, ¿con qué material hace Ayúdame3D sus prótesis de brazos? La impresión 3D de este proyecto usa PLA, un plástico proveniente de recursos vegetales como el almidón de maíz. Esto permite que sea un material plástico ecológico, renovable y biodegradable bajo ciertas condiciones de temperatura y humedad.

Ayúdame3D es mucho más que impresoras que fabrican prótesis de brazos porque también forma a voluntarios en diferentes países 

Otra alternativa para la impresión en 3D es el plástico reciclado. El cuidado del medio ambiente y este tipo de tecnología han ido de la mano prácticamente desde el inicio de esta tecnología. Así se promueve la economía circular al reutilizar ciertos materiales para acabar con los desechos plásticos y darles una segunda vida.