El acuerdo lo firmó Meloni con el Ejecutivo albanés e incluye dos edificios
El Congreso de los diputados de Italia ha aprobado este miércoles el plan de su Primer Ministro, Giorgia Meloni, para construir dos centros de inmigrantes en Albania.
El objetivo de estos centros es llevar allí a los inmigrantes que hayan llegado a suelo italiano y de quienes esté pendiente su resolución de su solicitud de asilo.
El acuerdo lo firmó Meloni con el Ejecutivo albanés e incluye dos edificios, una que se situará en el puerto de Shengjin, y estará destinado a la recepción, identificación y distribución; y otra en la zona de Gjadër, que se pondrá a disposición de los solicitantes de asilo, en el que podrán permaner un máximo de 18 meses. Además, también vivirán los inmigrantes de los que haya sido decretada su expulsión.
La financiación y gestión de los centros correrá a cargo del Estado italiano, pero el gobierno albanés deberá garantizar la vigilancia extrema.
Meloni intenta que la costa del país transalpino no se convierta en un coladero, y sabe donde poner el foco: las solicitantes de asilo. Hace unos meses anunció su propuesta para acabar con la "protección especial" que reciben aquellos inmigrantes que, tras alcanzar suelo italiano de manera ilegal, solitciten asilo.
Esta figura de "protección especial" se aplica en Italia desde el 2018 y consiste en una protección adicional que garantiza la estancia indeterminada en el país a los inmigrantes ilegales solicitantes de asilo, aunque no se esclarezca si tienen derecho o no a la concesión de la situación de refugiado.
Este cambio legislativo suprimirá la protección adicional al solicitante de asilo y contempla aumentar las penas para los integrantes de las mafias criminales de la inmigración. Además, se intensificarán las deportaciones de aquellos inmigrantes ilegales que no tienen derecho a asilo.
Estas son algunas de las medidas puestas en marcha por Meloni para combatir la crisis migratoria que afronta Italia. Su Gobierno también promovió un nuevo decreto para que los niños y jóvenes sean sometidos a controles para comprobar su edad, en caso de duda, se les considerará menores. Si mienten sobre la edad, serán expulsados de Italia.
Y es que, al contrario de lo que promueven las ONGs y la Unión Europea, el problema migratorio es mucho más complejo: lo primero, ayudar en origen a los países de salida para que sus habitantes no tengan que emigrar. Segundo, forzar un acuerdo de emigración, ampliar las entradas en Europa, pero legales y forzar a los países de origen a aceptar a sus naturales... y obligar a los inmigrantes a respetar al país de acogida.